domingo, 20 de septiembre de 2015

Un argumento complejo




1. El cambio conlleva el fin de un estado y el inicio simultáneo de aquel que se le opone. Por ejemplo, la transición entre el reposo y el movimiento.

1.1. Todo lo que cambia en parte o por completo empieza a ser en parte o por completo.

1.1.1. Todo lo que cambia de lugar o de tiempo cambia por completo. Es decir, ninguna de las partes de un estado es idéntica a la del otro, al cambiar su relación y definirse dichas partes por tal relación.

1.1.1.1. Todo lo que cambia de lugar o de tiempo empieza a ser por completo.

2. Todo lo que empieza a ser tiene causa o no tiene causa.

2.1. Si lo que empieza a ser tiene causa, ésta es o superior o inferior o igual a su efecto.

2.1.1. Si es superior a su efecto, y éste es la naturaleza, dicha causa será superior a la naturaleza, lo que el naturalista niega.

2.1.2. Si es inferior a su efecto, y éste es la naturaleza, dicha causa será inferior a la naturaleza, lo que el naturalista niega.

2.1.3. Si es igual a su efecto, y éste es la naturaleza, la naturaleza es antes de que empiece a ser, lo que es absurdo.

2.2. Por el contrario, si lo que empieza a ser no tiene causa, empieza a ser por sí mismo o por la nada.

2.2.1. Si empieza a ser por sí mismo, es antes de que empiece a ser, lo que ya se ha declarado absurdo (2.1.3).

2.2.2. Si empieza a ser por la nada, la nada es productiva.

2.2.2.1. Si la nada es productiva, la nada existe.

2.2.2.1.1. Si la nada existe, o bien existe siempre o bien existe en el tiempo.

2.2.2.1.1.1. Si la nada existe siempre, la nada no es productiva.

2.2.2.1.1.2. Si la nada existe en el tiempo, la nada empieza a ser por completo (1.1.1.1).

2.2.2.1.1.2.1. Si la nada empieza a ser, la nada tiene causa o no tiene causa.

2.2.2.1.1.2.1.1. Si la nada tiene causa, dicha causa es algo o nada.

2.2.2.1.1.2.1.1.1. Si la causa de la nada es algo, entonces algo causa nada, que es tanto como decir que nada causa.

2.2.2.1.1.2.1.1.2. Si la causa de la nada es nada, la nada se causa a sí misma, lo que una vez más resulta absurdo (2.1.3).

2.2.2.1.1.2.1.1.3. Luego la causa de la nada no es ni algo ni nada.

2.2.2.1.1.2.1.2. Si la nada no tiene causa, la nada no empieza a ser.

2.2.2.1.1.2.1.2.1. Si la nada no empieza a ser, la nada es siempre o no es en absoluto.

2.2.2.1.1.2.1.2.1.1. Si la nada es siempre, la nada no es productiva (2.2.2.1.1.1).

2.2.2.1.1.2.1.2.1.2. Si la nada no es en absoluto, la nada no es productiva.

2.2.2.1.1.2.1.2.1.3. Puesto que algo es, o bien la nada no es siempre (es decir, es en alguna ocasión) o bien la nada no es en absoluto.

2.2.2.1.1.2.1.2.1.3.1. La causa de la nada no es ni algo ni nada (2.2.2.1.1.2.1.1.3.) ni ella misma (2.2.2.1.1.2.1.1.1). Ergo, la nada no existe en el espacio o en el tiempo, pues carece de causa y de cambio, y no es siempre. Por tanto, la nada no es en ninguna ocasión.

2.2.2.1.1.2.1.2.1.3.2. La nada no es en absoluto (apagógicamente).

2.2.2.2. Si la nada -no siendo en absoluto- no es productiva, no es causa de lo que empieza a ser.

2.2.2.2.1. Si lo que empieza a ser no es causado por la nada (2.2.2.2.) ni por sí mismo (2.1.3), entonces empieza a ser por algo superior a sí mismo (2.1.1) o inferior a sí mismo (2.1.2).

2.2.2.2.1.1. Puesto que la naturaleza empieza a ser por completo (1.1.1.1), se sigue que la naturaleza empieza a ser por algo superior o inferior a sí misma (2.2.2.2.1.).

2.2.2.2.1.1.1. Si la nada no es en absoluto (2.2.2.1.1.2.1.2.1.3.2), no hay nada inferior a la naturaleza.

2.2.2.2.1.1.1.1. Por consiguiente, toda naturaleza empieza a ser por algo superior a sí misma.

2.2.2.2.1.1.1.1.1. Sólo Dios es superior a toda naturaleza ("ex definitione").

2.2.2.2.1.1.1.1.1.1. Toda naturaleza empieza a ser por Dios.

domingo, 13 de septiembre de 2015

Puericracia


I.

El pueblo en sentido fuerte es la memoria viva de los ancestros, la tradición sedimentada en la costumbre y las instituciones, la prudencia extraída de la historia nacional, los monumentos como testimonio invariable del pasado; en fin, todo aquello que marca su carácter distintivo respecto a los pueblos vecinos.

Si el pueblo fuera la capacidad de la multitud en abstracto para decidir cualquier cosa, todo el género humano sería un solo pueblo. Partiendo de ahí, cabría inferir que las leyes sobre las que se fundan los gobiernos y se erigen las fronteras suponen un obstáculo a la civilización, pues desnaturalizan un fenómeno previo a toda cultura, la humanidad, cuya esencia es intemporal y ahistórica. Es así que de la democracia cosmopolita a la anarquía media un solo paso.

II.

El principio según el cual todos deben ser escuchados antes de tomarse una decisión que los concierna puede considerarse justo, pero no implica el derecho a voto de aquellos a quienes se da audiencia. Se les escucha para conocer el problema, no para resolver cuál sea la solución, tarea para la que no son aptos ni imparciales.

Es por ello que las cuestiones difíciles no las despacha la mayoría ciudadana, sino que quedan en manos de los mejores, los cuales han de ser pocos para evitar la vacilación o el disenso. Así, resulta inconcebible una política económica que, representando intereses contrapuestos, adopte sus decisiones asambleariamente, esto es, sin planificación y, por así decirlo, al calor del momento; o un mando militar que, al fijar su estrategia, dé preponderancia al criterio de los rangos más bajos por ser los más numerosos, mientras soslaya el de los generales.

III.

Por otro lado, si hay algo infinitamente más dañino que la locura de uno solo es la demencia colectiva. Un loco puede ser aislado y corregido, como hacemos al envolvernos las heridas y contusiones, que sanan con el tiempo; muchos, en cambio, deben ser combatidos y extirpados del cuerpo social al modo de cánceres, dado que, al igual que éstos, descomponen progresivamente el organismo.

La locura, lejos de ser una singularidad histórica, constituye el estado connatural de todo pueblo, el cual, cuando se le permite fallar por mayoría, obra como un insensato, pues toma muchas decisiones que, al revelarse equivocadas, poco después repudia, cuando habría sido más juicioso seguir al partido que desde el comienzo las censuró. Procede al revés que el sabio, toda vez que éste se rige por principios y claras razones, acudiendo acaso a otros más capaces si titubea. Por el contrario, el idiota ignora a los más prudentes, sigue ciegamente a los que se apasionan y dan mayores voces, y sólo triunfa de su propia estupidez tras penosas experiencias, pagando con ello un precio muy alto. 

El mismo pueblo al que se adula llamándolo soberano es tratado permanentemente como un menor de edad. Por este motivo no se procesa ni se castiga a los votantes por otorgar su confianza a mandatarios incapaces y desleales, ni por promover leyes inicuas o adherirse a ideologías que manifiestamente perjudican al interés común. En su lugar, o bien se suspende el juicio sobre qué sea lo bueno o lo malo (lo que es el efecto más perverso de la democracia), o bien se da por hecho que no hubo en el yerro mala intención, conduciéndonos de esta manera como hacemos al juzgar las culpas de los niños.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Un argumento sencillo


Causa es aquello por lo que algo empieza a ser. Ahora bien, nada puede empezar a ser por sí mismo (ya que es una contradicción en los términos). Por tanto, todo lo que empieza a ser tiene causa; y en particular, una causa distinta a sí mismo.

Movimiento o mutación es el paso de un estado a otro en el tiempo (es decir, el comienzo de un estado respecto a otro estado anterior). Luego todo lo que se mueve empieza a ser.

En consecuencia, todo lo que se mueve tiene causa.

El universo se mueve. Ergo, el universo tiene causa.

La causa del universo no es el propio universo (por ser autocontradictorio), ni otro universo (por conllevar una remisión "ad infinitum").

El universo, la nada y Dios son los únicos entes posibles, estando todos los demás incluidos en sus nociones. Por tanto, la causa del universo es Dios o la nada.

De la nada, nada sale. De lo que se concluye que la causa del universo es Dios.

* * *

Modos de destruir el anterior argumento:

1) Para refutar la proposición "Todo lo que empieza a ser tiene causa; y en particular, una causa distinta a sí mismo" es preciso:

1.1. Negar la definición de causa y proponer otra más adecuada; o bien:

1.2. Negar el axioma "Nada puede empezar a ser por sí mismo" y demostrar que la proposición contraria no es absurda.


2) Para refutar la proposición "Todo lo que se mueve tiene causa" se requiere:

2.1. Probar la falsedad del punto 1 por cualquiera de las vías que se han indicado; o bien:

2.2. Negar la definición de movimiento y proponer otra más adecuada.


3) Para refutar la proposición "El universo se mueve" es necesario:

3.1. Dar una definición de "universo" que no se corresponda con el objeto que la ciencia natural estudia.


4) Para refutar la conclusión "El universo tiene causa" es necesario:

4.1. Probar la falsedad de los puntos 1, 2 o 3.


5) Para refutar la conclusión "La causa del universo es Dios" hace falta:

5.1. Mostrar que el axioma "El universo, la nada y Dios son los únicos entes posibles, etc." es erróneo; o bien:

5.2. Mostrar que la proposición "Un universo es siempre la causa de otro" tiene alguna fuerza explicativa y no supone una remisión al infinito que nada remedia; o bien:

5.3. Mostrar que el axioma "De la nada, nada sale" no es cierto; o bien:

5.4. Mostrar que "Dios" o "Dios creador" es una noción imposible y por ello inexistente; o bien:

5.5. Probar la falsedad de los puntos 1, 2, 3 o 4.