viernes, 16 de mayo de 2008

Belleza, maldición


- Dezidnos, padre bendicto,

¿halláis scripto

si es pecado estrañudar?

Más os quiero preguntar

y ñotar;

esperad ansí un poquito:

digo que escondo el cabrito

por hazer berrar la cabra,

y remojo la palabra

a cada habla,

¿es gran pecado infinito,

o es medio pecadito?

- Si el hombre de birra pura

por ventura,

adrede despierna un grillo

por no vello ni oíllo

y encobrillo

¿es pecar contra natura?

- Otra cosa más escura

y más dura

quiero, Gregorio, hazer:

pregúntale, quiero ver

su saber,

que según su gestadura

es lletrado en la scriptura.

Decid, padre, ¿es gran pecado

deñodado

andar tras las zagalejas

y henchirle las orejas

de consejas

por metellas en cuidado?

Dexar entrar el ganado

en lo vedado

por andallas namorando,

¿estálo Dios oteando

y assechando?

Si de esto tiene cuidado,

ni punto estará parado.

Que todos en mi lugar

a la par

andan transidos d'amores:

los jurados, lavradores,

y pastores,

y aun el crego a más andar

lo veo resquebrajar

y sospirar

por Turibia del Corral.

Dezidme, fraile, ¿es gran mal

desigual,

o se deve perdonar,

pues no se puede escusar?

- Este mundo peligroso

sin reposo

nos trae a todos burlados,

ciegos, mal aconsejados,

desviados

d'aquel reino glorioso.

¿Quién puede ser más dichoso

ni gozoso

que tener puesto el querer,

el amor y su poder

sin torcer

'n este niño muy gracioso,

puerto de nuestro reposo?

Quien se viere sujuzgado

y apretado

de mundano pensamiento,

contemple su nacimiento.

¡Quán contento

lo verá desnudo echado,

de los fríos trespassado

y adorado

de los brutos animales!

Luego olvidará los males

desiguales

que le presenta el pecado.

- ¿Pecado es ser namorado?

- ¿Crio Dios, por la ventura,

hermosura

para nunca ser amada?

Criola demasiada

para nada.

¿Cómo dizís que es locura?

Mirad, mirad la scriptura:

¿qué cordura

hallarés más amadora

dende Andrán hasta ahora?

'N esta hora

fue discreta criatura

que ño siga esta ventura.

Se a Dios esto pesara,

ño criara

zagalas tan relluzientes;

fueran prietas y sin dientes,

y las frentes

más angostas que la cara;

las narizes le ensanchara

y achicara

los ojos como hurones,

y ñunca nuestros coraçones

de passiones

nuestras vidas aterrara,

ni de Dios nos apartara.

Esmeróse su poder

en hazer

tan graciosas sus hechuras

que entre todas hermosuras

son más puras,

más dinas de obedecer.

¿Quién dexará de querer

su valer,

pues son de ñuestra costilla?

Que naturaleza nos ensilla

que ño podemos trocer

de subjectos suyos ser.


Gil Vicente

2 comentarios:

Gregorio Luri dijo...

Un tío mío, carlistón hasta la médula, solía decir cuando se ponía melancólico:
"Si en el quinto no hay perdón
y en el sexto no hay rebaja,
¡Ya pueden llenar el cielo de paja!"

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Jejeje :-)