O alma si supiesses quán suave,
quán regalado es Dios, quán amoroso,
y quán aprisa por molesto, y grave,
tendrías lo que juzgas deleitoso.
El que no le conoce, y que no sabe
quán dulce, quán amable es, y sabroso,
no es mucho, que del mundo la amargura
le engañe con vislumbres de dulçura.
A. Panes
(El ateo, Faetón de la humanidad, ser en contradicción consigo mismo, entre el deseo de trascender y el ridículo de no comprender).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Propter Sion non tacebis