Me parece una idea equivocada el creer que por aceptar una prohibición nuestro albedrío queda anulado y aniquilado. En opinión mía, es justo al revés: en estos supuestos es donde la libertad mejor se demuestra frente a la inercia de la costumbre. Creo que fue Picasso quien dijo que la medida de un hombre es aquello a lo que renuncia.
Que haya prohibiciones sin sentido, eso ya es otro debate.
Ecce-prandium-meum-paravi.mp3 |
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Propter Sion non tacebis