"La máquina" explica cómo funciona una percepción, pero no qué es una percepción. Si el alma pudiera reducirse a un vector o a una magnitud, la individualidad sería miscible, es decir, capaz de ser mezclada con otras individualidades semejantes, al modo de un trasvase de líquidos. Pero eso jamás sucede.
"Numéricamente una", claro, cada uno con la suya, "y Dios en la de todos", como dice el refrán.
ResponderEliminarPensé también que la reproducción es una forma bastante obvia de "mezclar" individualidades, pero no en el sentido arriba indicado (dos o más se extinguen para formar un nuevo compuesto). Lo que en realidad se mezclan son patrones de funcionamiento codificados en la herencia genética.
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