jueves, 1 de noviembre de 2007

Placebos




Este post es excelente como prueba de lo contrario de lo que pretende demostrar, a saber, que Dios es un "flatus voci". Porque si hay algo que impide considerar a Yahveh un super-hombre proyectado por el anhelo colectivo es lo paradójicamente duro e inhumano que resulta. Es un dios que no sujeta su voluntad a la obediencia de los hombres (obediente a su obediencia), sino que tiene un plan para ellos, el cual conocen sólo en parte; un dios que no admite ser representado y prefiere permanecer en la penumbra; que, odiando la pompa y lo aparente, amenaza con la destrucción eterna a quienes lo loan sólo con la lengua; que es, en fin, insobornable frente a la humana debilidad.

A esto, como a todo, se le puede dar una explicación política, antropológica o psicológica. Pero -al exigir un experimento irrepetible y una neutralidad que no se tiene- es una explicación placebo, tranquilizadora; que no ilustra nada.

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Propter Sion non tacebis