- Dezidnos, padre bendicto,
¿halláis scripto
si es pecado estrañudar?
Más os quiero preguntar
y ñotar;
esperad ansí un poquito:
digo que escondo el cabrito
por hazer berrar la cabra,
y remojo la palabra
a cada habla,
¿es gran pecado infinito,
o es medio pecadito?
- Si el hombre de birra pura
por ventura,
adrede despierna un grillo
por no vello ni oíllo
y encobrillo
¿es pecar contra natura?
- Otra cosa más escura
y más dura
quiero, Gregorio, hazer:
pregúntale, quiero ver
su saber,
que según su gestadura
es lletrado en la scriptura.
Decid, padre, ¿es gran pecado
deñodado
andar tras las zagalejas
y henchirle las orejas
de consejas
por metellas en cuidado?
Dexar entrar el ganado
en lo vedado
por andallas namorando,
¿estálo Dios oteando
y assechando?
Si de esto tiene cuidado,
ni punto estará parado.
Que todos en mi lugar
a la par
andan transidos d'amores:
los jurados, lavradores,
y pastores,
y aun el crego a más andar
lo veo resquebrajar
y sospirar
por Turibia del Corral.
Dezidme, fraile, ¿es gran mal
desigual,
o se deve perdonar,
pues no se puede escusar?
- Este mundo peligroso
sin reposo
nos trae a todos burlados,
ciegos, mal aconsejados,
desviados
d'aquel reino glorioso.
¿Quién puede ser más dichoso
ni gozoso
que tener puesto el querer,
el amor y su poder
sin torcer
'n este niño muy gracioso,
puerto de nuestro reposo?
Quien se viere sujuzgado
y apretado
de mundano pensamiento,
contemple su nacimiento.
¡Quán contento
lo verá desnudo echado,
de los fríos trespassado
y adorado
de los brutos animales!
Luego olvidará los males
desiguales
que le presenta el pecado.
- ¿Pecado es ser namorado?
- ¿Crio Dios, por la ventura,
hermosura
para nunca ser amada?
Criola demasiada
para nada.
¿Cómo dizís que es locura?
Mirad, mirad la scriptura:
¿qué cordura
hallarés más amadora
dende Andrán hasta ahora?
'N esta hora
fue discreta criatura
que ño siga esta ventura.
Se a Dios esto pesara,
ño criara
zagalas tan relluzientes;
fueran prietas y sin dientes,
y las frentes
más angostas que la cara;
las narizes le ensanchara
y achicara
los ojos como hurones,
y ñunca nuestros coraçones
de passiones
nuestras vidas aterrara,
ni de Dios nos apartara.
Esmeróse su poder
en hazer
tan graciosas sus hechuras
que entre todas hermosuras
son más puras,
más dinas de obedecer.
¿Quién dexará de querer
su valer,
pues son de ñuestra costilla?
Que naturaleza nos ensilla
que ño podemos trocer
de subjectos suyos ser.
Gil Vicente
Un tío mío, carlistón hasta la médula, solía decir cuando se ponía melancólico:
ResponderEliminar"Si en el quinto no hay perdón
y en el sexto no hay rebaja,
¡Ya pueden llenar el cielo de paja!"
Jejeje :-)
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