Si realmente "la racionalidad es nota propia del acto de la fe", ¿por qué entonces ese incesante empeño en volver a introducir lo dogmático y sobrenatural en los debates científicos, éticos y políticos?
1) Porque toda física requiere una metafísica, y toda ética una física, como sabían los clásicos y has de saber tú. Si no se postulan, se presuponen, no vale fingir ignorarlas. De ahí que una cuestión moral y dogmática como la inmortalidad del alma (el hecho de que yo pueda o no pueda salvarme) devenga una cuestión científica y argumentable (si existe algo distinto a la materia).
2) Porque desde Platón y Aristóteles la metafísica versa sobre los primeros principios, esto es, sobre lo incondicionado, que no puede ser natural. La filosofía, a su vez, se define como aquella disciplina que no sirve a ninguna otra, sino que toma de todas ellas, situándose sin embargo fuera del circuito de producción de nuestras sociedades.
3) Porque el saber tiende a la unidad. Desde antiguo -y al menos hasta Lutero- la teología, la moral, el álgebra y la música se han venido considerando expresión distinta de los mismos contenidos, variando sólo su nivel de abstracción y modo de codificación.
4) Porque ha habido y hay una infinidad de cristianos ilustrados en todos los ámbitos del saber (siendo relevante su condición de tales) y se han dado incluso varias ilustraciones cristianas, de Erasmo a Lessing.
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Propter Sion non tacebis