Dentro de dos lunes firmaré un contrato de trabajo con una nueva empresa. Hasta ahora era jefe de sección en una minúscula gestoría, con responsabilidades decrecientes a causa de la crisis, y de ahí mi creciente actividad filosófica. Ahora será una multinacional quien me emplee, por lo que dispondré de menos tiempo y menos ánimo para este tipo de ocio. Lo notaréis pronto en el ritmo de publicación.
Leo y escucho lo que vas editando diariamente. Espero que no sea grande la diferencia en el ritmo. Gracias por todo lo que aquí he aprendido y espero seguir aprendiendo. Mucha suerte en tu nuevo trabajo.
ResponderEliminarTe agradezco que te hayas creado un perfil en blogger sólo para dejar este comentario.
ResponderEliminarUn cordial saludo, paco.
Pues ¡qué lástima, irichc! Espero por lo menos que tu trabajo en la multinacional sea tan útil para todos que compense la pérdida...
ResponderEliminarGracias por los deseos, Alejandro. No sé hasta qué punto afectará a la actividad del blog, pero sin duda lo hará, ya que va a obligarme a estar menos disperso y no tendré ratos libres hasta terminada la jornada laboral. Lo cual no implica que vaya a decaer mi interés por la materia o que tenga pensado abandonarla en un futuro. Si jurase lo contrario, como Ovidio a su padre, traicionaría el juramento.
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