La idea de Dios es la misma que la de la verdad: una idea de ideas, el "to agathon" de Platón. Es aquella verdad por la cual las otras son, y son siempre, sin sujetarse a nuevas proposiciones ni principios. Lo que no depende ni de la razón ni de la experiencia es o bien irracional o bien divino. Si se contradice con alguna verdad, será irracional; si no, divino.
Sugerente microensayo.
ResponderEliminarAlgo así, por cierto, apunté en un post mío.