La Tierra es un punto no sólo con respecto a los cielos por encima de nosotros, sino de la parte celestial y etérea dentro de nosotros; la masa de carne que me rodea no limita mi mente; la superficie que dice al cielo que tiene un fin no puede convencerme de que yo lo tenga; creo que mi círculo es superior a trescientos sesenta; aunque el número del arca mida mi cuerpo, no contiene mi alma; mientras estudio para hallar cómo soy un microcosmos, o pequeño mundo, hallo que soy algo más que el grande. Hay sin duda una parte divina en nosotros, algo que existía antes que los elementos y no debe homenaje alguno al sol.
Thomas Browne
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Propter Sion non tacebis