domingo, 4 de diciembre de 2011

Deducción de los atributos




Llamamos "Dios" a la causa primera e incausada de todo cuanto existe, "sabiduría" a la intelección pura del bien, y "bien" al ser absoluto sin privaciones.

Tenemos, además, por axiomáticas las siguientes verdades, siendo la segunda reducible a la primera:

1) Nada sucede sin razón.

2) Todo lo que está en el efecto pleno está en la causa plena.

De lo anterior se demuestra la proposición "Dios es perfectamente sabio":

Una causa incausada carece de pasiones y es inmutable, ya que si las experimentase éstas serían sin razón, lo que es imposible (por el primer axioma).

Siendo a su vez causa primera de todo cuanto existe, posee todas las perfecciones o atributos positivos de cuanto existe (por el segundo axioma).

Ahora bien, la inteligencia es una perfección y existen los seres inteligentes; luego, Dios posee la inteligencia.

Por tanto, Dios posee la inteligencia en germen o la posee en acto.

Sin embargo, todo lo que está en germen queda sujeto a un desarrollo, lo que conlleva cierto grado de pasión y de cambio. Esto se opone a la definición de Dios, de la que hemos derivado su inmutabilidad.

Se concluye que Dios posee una inteligencia perfecta y en acto; y, por idéntico razonamiento, un poder perfecto y en acto y una bondad perfecta y en acto.

Por consiguiente, Dios es el ser absoluto y sin privaciones, esto es, el bien.

Si es Dios una inteligencia tal, debe conocerse a sí mismo con la máxima claridad. Conociéndose a sí mismo, conoce el bien.

Ergo, Dios es perfectamente sabio.

2 comentarios:

  1. Cómo solucionamos el siguiente razonamiento:

    Si todo ha de tener una causa, entonces Dios también debe tener una causa.

    Si Dios no tiene una causa, entonces quiere decir que no todo tiene necesariamente que tener una causa.

    Y si no todo tiene que tener necesariamente una causa, no necesariamente existe Dios (la causa primera).

    Saludos.

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  2. Carlos, creo que si evitamos multiplicar los sustantivos nos facilitaremos las cosas:

    "Si todo ha de tener causa, entonces la causa primera no es tal."

    "Si la causa primera es tal, entonces no todo tiene necesariamente una causa."

    (Detecto una ambigüedad: estás hablando de la causa primera; siempre que exista se cumple lo de que no todo tiene que ser causado -la causa primera no es causada-.)

    "Si no todo (léase la causa primera) tiene que tener causa necesariamente, la causa primera no necesariamente existe."

    Una proposición/conclusión absurda.

    Supongo que la ontología es mucho más que lógica silogística... o tal vez no. Quizás el autor del blog pueda aclarárnoslo.

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Propter Sion non tacebis