domingo, 14 de noviembre de 2021

DE DEO ET SUIS PROPRIIS QUALITATIBUS INFINITIS


Traduzco un fragmento de otro opúsculo de Llull, escrito en Túnez en 1315, el cual forma parte de sus polémicas con teólogos musulmanes.

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1. Que el ser mayor puede existir sin el ser menor.

Si el ser mayor no puede existir sin el ser menor, ningún ser mayor puede existir; ya que, si pudiera existir, podría existir sin el ser menor, dado que el ser menor no puede impedir al ser mayor. Pues si pudiera impedirlo, tendría mayor poder consigo que el ser mayor. Por tanto, queda demostrado que el ser mayor puede existir sin el ser menor. Por ello en verdad al ser mayor lo llamamos Dios, al que buscamos.

2. Sobre la forma y la materia.

Si la forma existe sin la materia, el ser mayor puede existir sin el ser menor, toda vez que la forma es un ser mayor que la materia. Y si la forma no puede existir sin la materia, el ser menor impide al ser mayor con su menor ser, lo que es imposible. Por tanto, queda demostrado que la forma puede existir sin la materia. E interpretamos que esta forma es Dios, el cual puede existir sin materia ni mundo, mientras que el mundo no puede existir sin materia. Así, queda probada la existencia de Dios, al que imploramos.

3. Sobre la infinitud y la cantidad.

Si la infinitud no puede existir sin cantidad, la cantidad, que es un accidente finito, impide que la infinitud exista sin ella. Es así que la infinitud no es un ser que pueda ser finito ni acabado, pues ello entrañaría una contradicción respecto a si es o no es. Y por esta razón, si no es infinitud es cantidad, la cual impide el ser infinito. Y dado que el ser finito no puede tener tan gran poder sobre el ser infinito, síguese que puede existir la infinitud sin cantidad. Y habida cuenta que el mundo no puede ser sin cantidad, la infinitud puede ser sin el mundo; infinitud que interpretamos ser Dios.

4. Sobre la eternidad y el tiempo.

Si la eternidad no puede existir sin el tiempo, el ser mayor no puede existir sin el ser menor; y el tiempo, que es un accidente y el ser menor, impide la eternidad, que es substancia y el ser mayor. Y puesto que el ser menor no puede impedir al ser mayor, ya que el ser mayor tiene mayor poder sobre el menor, es por tanto manifiesto y queda probado que la eternidad puede ser sin el tiempo; y que Dios, que es la eternidad, puede ser antes que el mundo, dado que el mundo no puede ser sin el tiempo. Con lo que se prueba que el tiempo tiene comienzo y que la eternidad es sin el tiempo; eternidad a la que llamamos Dios.

5. Sobre la infinitud y el lugar.

Si la infinitud puede existir sin el lugar, el ser mayor puede existir sin el ser menor, siendo así que el lugar es un accidente, el cual es el ser menor. Y si la infinitud no puede existir sin el lugar, ni puede acabarse en un lugar, el ser menor impide al ser mayor mediante la privación, mientras que la infinitud no puede privar de nada al lugar. Y por ello el lugar tendría un poder mayor que el ser infinito substancial, lo que es imposible. Por tanto, queda probado que Dios puede ser sin el mundo, pues Dios es la infinitud.

6. Sobre la inmovilidad y la movilidad.

Si la inmovilidad puede existir sin el movimiento, el ser mayor puede existir sin el ser menor, siendo así que la movilidad es un accidente, el cual es el ser menor. Y si el ser mayor no puede existir sin el ser menor, el ser menor puede impedir al ser mayor, y éste no puede causar privación al ser menor. Y dado que el ser mayor tiene mayor poder que el ser menor, queda probado que la inmovilidad puede existir sin el movimiento y sin el mundo, el cual no puede existir sin el movimiento. Y tal inmovilidad decimos ser Dios, al que imploramos.

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