Escribe Aristóteles:
Si lo infinito estuviera constituido por un número limitado de partes, cada una de éstas (quiero decir, por ejemplo, el agua o el fuego) sería también, necesariamente, infinita. Pero eso es imposible: pues se ha demostrado ya que ni la gravedad ni la levedad son infinitas.Además, sería necesario asimismo que fueran infinitos en magnitud los lugares de aquellos elementos, de modo que también los movimientos de todos ellos serían infinitos. Pero eso es imposible, si hemos de dejar sentadas como verdaderas las hipótesis iniciales, y no cabe que lo que se desplaza hacia abajo lo haga infinitamente ni tampoco, por el mismo razonamiento, lo que se desplaza hacia arriba. Pues es imposible que se produzca lo que no puede haber llegado a producirse, tanto en lo tal como en lo tanto y en el dónde. Quiero decir que, si es imposible para una determinada cosa haber llegado a ser blanca o de un codo de longitud o haber llegado a estar en Egipto, también es imposible para ella encontrarse en trance de llegar a ello. Es imposible, por tanto, desplazarse hacia un lugar al que ninguna cosa que se desplace puede llegar.
En suma, si el universo fuera infinito sería inmóvil en todas sus partes. Ahora bien, el universo es móvil en todas sus partes. En consecuencia, el universo es finito.
Si el universo es finito, no puede tener una potencia infinita. Por tanto, tampoco una duración infinita, por lo que, si existe, debe empezar a existir y puede dejar de existir. Y dado que nada empieza a existir o deja de existir por sí mismo, lo hace por otro. No por otro universo, del que cabría decir otro tanto. Luego por un no-universo, esto es, por un ser inmaterial, inespacial, intemporal e infinito.
Pero si se pretendiera que la duración infinita de una sucesión de universos es posible, al tener cada uno de ellos una potencia finita, explíquese de qué modo uno causa al otro. Si es su causa eficiente, serán todos ellos parte de una misma realidad, entendida como la totalidad de causas y efectos, la cual, siendo móvil en todas sus partes, no será infinita en magnitud, ni por ende tampoco en potencia, por lo que es contradictorio que pueda causar movimiento infinitamente. Y si lo suponemos causa creadora, es decir, sin movimiento y sin continuidad física entre causante y causado, hay que responder de dos maneras. En primer lugar, que esta posibilidad es ininteligible, ya que, si existe un universo antecedente, no hay creación ex nihilo del consecuente, sino que ésta será ex aliquo. En segundo lugar, que tal creación tendrá una potencia infinita, pues crear algo de la nada es superar el abismo infinito que separa al no-ser del ser, lo que es imposible si hemos asumido que el creador es un universo móvil y finito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Propter Sion non tacebis