El hombre es el animal más prudente y el más imprudente al mismo tiempo. Si la libertad no te convierte en un genio, ¿por qué puede hacer que te vuelvas estúpido? Para alguien que cuente con una inteligencia normal, es decir, en el justo medio, ambas cosas tendrían que resultarle inasequibles o, al menos, muy difíciles. Porque hablo de atontarse (de obrar tontamente con asiduidad), no de fingir ser tonto.
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Propter Sion non tacebis