A Gregorio Luri y su zoosofía.
Para juzgar mediante la razón si el alma es material o inmaterial, debemos concebir lo que son el alma y la materia. Todos admitimos que la materia tiene partes, y es, en consecuencia, una multiplicidad de muchas sustancias, como lo sería un rebaño de ovejas. Pero como toda multiplicidad supone unidades verdaderas, es evidente que estas unidades no pueden ser materia, pues de lo contrario serían a su vez multiplicidades, y de ningún modo unidades verdaderas y puras, como las que en definitiva se requieren para constituir una multiplicidad. Así, las unidades son propiamente sustancias aparte, que no son divisibles, y en consecuencia no son perecederas. Pues todo lo que es divisible tiene partes, que pueden distinguirse aun antes de su separación. Sin embargo, como nos referimos a las unidades de la sustancia, debe haber fuerza y percepción en esas unidades mismas, ya que de lo contrario no habría fuerza ni percepción en cuanto se forma de ellas.
Leibniz
Gracias, gracias mil. Esto es emocionante. La filosofía tenía hasta hace poco un futuro espléndido. Ahora tiene un presente espléndido y un futuro aún mejor.
ResponderEliminarA partir de ahora, a contar ovejas leibnicianas (¿se escribirá así?).
Gracias también a ti por hacerme ver el potencial metafórico de las mascotas filosóficas. Quién me iba a decir que la quintaesencia de Leibniz cabría en una oveja, o la de Kant en una paloma.
ResponderEliminarEl texto presupone la existencia del alma lo que es irracional, abusivo e indefendible, ademas de no tener en cuenta la física moderna.
ResponderEliminarCuando vas a vivir en el siglo XXI Khun Pwan Irichc?
Cuando el siglo XXI esté a la altura de Leibniz.
ResponderEliminarQue tan grande es el circulo de admiradores de Leibniz?
ResponderEliminarTu eres el único que yo haya conocido en toda mi vida (5 universidades y 58 países).
No me malinterpretes. No digo que no haya nada de valor en el hombre ni que nadie lo note. Me refiero a si conoces muchos que como tu lo consideran el mas grande de todos.
Se lo suele considerar el último de los genios universales. Ahora bien, para sostener que fue "el más grande" hay que conocerlo con cierta amplitud, junto con todo su contexto y lo que siguió después. Por suerte o por desgracia, la mayoría ignora estos datos y, si sabe algo o cree que lo sabe, no se molesta en profundizar, con lo que acaba juzgando sin un criterio definido; o lo que es lo mismo: según el espíritu de su tiempo.
ResponderEliminarTodos admitimos que la materia tiene partes
ResponderEliminarPues va a ser que no.
Tiene partes aquello que puede moverse en direcciones opuestas al mismo tiempo. La materia puede hacerlo, luego etc.
ResponderEliminarLa materia tal como la concibes hace tiempo que ha sido desterrada de la física. Los conceptos clásicos de "posición" y "movimiento" dejan de ser útiles a partir de determinados niveles
ResponderEliminarMe confieso admirador de Leibniz, de Suarez y de Kierkegaard. Cada uno de ellos tiene su entrada en el blog biologia humanista de este mes que se dedica al carácter. Están ustedes invitados.
ResponderEliminarEncantado de conocerle, Leibniz, encantado de coincidir con usted en la periferia de nuestro siglo.
Suarez-Unamuno