domingo, 29 de mayo de 2022

 Los pecados capitales se descomponen en tres ramos:


1) Repugnancia hacia el bien:

Propio: IRA.
Ajeno: ENVIDIA.

2) Desinterés hacia el bien:

Propio: PEREZA.
Ajeno: SOBERBIA.

3) Deleite en lo caduco:

Propio: GULA, AVARICIA.
Ajeno: LUJURIA.

Los pecados en 1 y 2 vienen a ser lo mismo con distinta intensidad. La ira y la envidia son respectivamente la pereza y la soberbia exacerbadas.

De manera semejante, los pecados en 3 son la versión activa o quimérica de los pecados en 2. El desinterés por el verdadero bien conduce al interés por falsos bienes.

La soberbia cuando odia es envidia y cuando goza es lujuria. La pereza cuando odia es ira y cuando goza es gula o avaricia.

Todos los mandamientos podrían resumirse en el siguiente: Amarás tu propio bien y el de tu prójimo, y no te deleitarás en los bienes caducos.

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Propter Sion non tacebis