miércoles, 17 de agosto de 2022


Decir que el mundo es finito pero ilimitado es creer una fábula. El mundo es finito porque está limitado por la inextensión, como el círculo por su circunferencia. Sólo puede negarlo quien se empeñe en afirmar que la inextensión es una nada. Pero la nada no existe ni obra, mientras que la inextensión obra al poner límites al mundo y, por tanto, existe. Por otro lado, si el mundo fuera su propio límite y nada hubiera más allá del mundo, éste carecería de contrario y existiría infinitamente, esto es, existiría siempre, máxima y necesariamente, lo cual no sucede en el mundo que conocemos.

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Propter Sion non tacebis