Dios es totalmente incomprensible y no es comprensivo de nada. En efecto, Dios nada comprende porque su Segundo, la Inteligencia, es incomprensible. Sin embargo, ésta no es totalmente incomprensible, ya que por su cualidad intelectiva debe medir lo susceptible de ser medido, siendo así que la medida es comprensible o asimilable a la unidad, sin ser la unidad misma. Luego Dios no piensa y por Dios todo es pensado.
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Propter Sion non tacebis