1. A sólo puede comprender B si A y B tienen idéntica naturaleza.
2. A (la unidad, la mente) comprende B (la multiplicidad, el mundo).
3. Por tanto, A y B tienen idéntica naturaleza.
4. A es la unidad y la unidad tiene una naturaleza numérica.
5. Por tanto, B (la multiplicidad, el mundo) tiene una naturaleza numérica.
6. Los números componen las operaciones aritméticas, que son verdaderas cuando no conllevan ninguna contradicción y falsas cuando conllevan una contradicción.
7. Por tanto, B (la multiplicidad, el mundo) es verdadero cuando no conlleva ninguna contradicción.
Esto refuta que la verdad sólo pueda predicarse de las proposiciones y no de lo real.
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Propter Sion non tacebis