Quien se admira de que el universo sea grande se admira de que lo extenso se extienda. Y puesto que lo extenso es la unión de lo múltiple por lo uno, quien así piensa se admira de que lo uno una. Si bien nada fuera de su propia naturaleza obliga a lo uno a crear lo múltiple, sin embargo lo múltiple está connaturalmente obligado a estar unido por lo uno, en lo cual consiste la extensión. Es por ello que la investigación de lo múltiple, a la que llamamos ciencia, presupone la investigación de lo uno, a la que llamamos teología. La fascinación por la complejidad de los fenómenos y la vastedad de la naturaleza es un ensueño infantil si no se subordina a la contemplación de la verdad absoluta que todo lo penetra y todo lo excede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Propter Sion non tacebis