Por la Reforma llevada a cabo por el protestantismo se llega al Islam.
1) Multitud de traducciones discrepantes, dispersión literaria: ausencia de canon; anarquía filológica y tiranía de los doctores.
2) Multitud de sectas e interpretaciones: ausencia de regla de fe detallada; indistinción entre el hereje y el infiel.
3) Relativismo exegético: ausencia de sentido unitario y coherente en la doctrina moral; fideísmo.
4) Mundanización: ausencia de jerarquía; confusión con el poder civil y político.
Cristo no es un mensaje ni el mero portador del mensaje: es la Ley viviente de la Antigua Alianza, así como la cabeza del cuerpo místico de la Nueva. Si no fuera Dios, no podría mantener tan altos atributos sin incurrir en idolatría.
Ahora bien, si hay tantas interpretaciones del cristianismo como cristianos, no tenemos una sola cabeza. Si no tenemos una cabeza, Cristo no es nuestra cabeza y, por tanto, no reconocemos su condición de Dios.
De este modo, cualquier redención operada en nombre de Cristo y fuera de la comunión espiritual con la Iglesia es retórica (Lc. 11:21-23). El sacrificio de Jesús se diluye en mero ejemplo piadoso, su mediación queda suprimida de facto y el abismo del pecado permanece.
domingo, 30 de marzo de 2008
Extra ecclesiam
sábado, 29 de marzo de 2008
viernes, 28 de marzo de 2008
Órdagos
El auténtico escéptico tendría que reconocer que el atrevimiento del ateo es mucho mayor que el del teísta. El ateo niega que exista un ser de naturaleza personal no detectable por sus sentidos y hábil, en cambio, para revelarse a los demás. El teísta, sin embargo, niega sólo el carácter racional de las pretensiones del ateo. El juicio negativo del primero es ontológico; el del segundo epistemológico.
jueves, 27 de marzo de 2008
Atizando a la Gran Ramera
No es gran cosa, pero por la gran cantidad de tópicos que recoge os animo a seguir el debate.
miércoles, 26 de marzo de 2008
Metáforas retroactivas
Conocíamos a Hypatia por medio de historiadores cristianos; ahora conoceremos la historia eclesiástica por medio de cineastas españoles. Como los primeros mienten por definición (según los rojos) y los segundos por subvención (según los blancos), vamos a aproximarnos a la verdad dialéctica definitiva: negatio negationis.
En el conjunto de las mentiras que a buen seguro vertieron esos escritores cristianos figura, supongo, la de que no estaba en absoluto claro que San Cirilo hubiera urdido nada contra Hypatia más allá de su censura pública. Porque la ilustre alejandrina no fue más que una reaccionaria anclada en prácticas y filosofías idólatras ya ampliamente superadas. Ahora bien, sus adversarios ideológicos, lejos de correr un tupido velo o de disculpar esa muerte, como sí hace la historia de izquierdas con sus víctimas reaccionarias, la expusieron en toda su ignominia para el juicio de los siglos. Sin acusar a Cirilo, insisto, al que sólo se le puede echar en cara el que contase con esos fanáticos asesinos entre sus seguidores.
Lo que diga la historia ya no importa a nadie, pues queda para materia prima de metáforas aleccionadoras. Entre las juntas de dilatación de los testimonios fehacientes bien caben las fantasías justicieras y feministas de uno que pasaba por allí mil seiscientos años más tarde.
sábado, 22 de marzo de 2008
La razón corrompida, el universo a salvo
El mundo juzga bien las cosas, porque vive en la ignorancia natural, que es la verdadera residencia del hombre. Las ciencias tienen dos extremos que se tocan: el primero es la pura ignorancia natural, donde se encuentran todos los hombres cuando nacen; el otro extremo es aquel al que llegan las grandes almas que han recorrido todo lo que los hombres pueden saber y no saben nada, y vuelven a encontrarse en la misma ignorancia de donde habían partido. Pero es ésta una ignorancia sabia, que se conoce a sí misma. De entre estos dos, aquellos que han salido de la ignorancia natural y no pueden llegar a la otra, poseen cierto barniz de esta ciencia suficiente y pasan por entendidos. Son éstos los que confunden al mundo y juzgan mal de todo. El pueblo y los hombres inteligentes definen la marcha del mundo. Aquéllos lo desprecian y son despreciados. Juzgan mal de todas las cosas y el mundo las juzga bien.
Pascal.
sábado, 8 de marzo de 2008
Esprits forts
Los condenados a pena capital fingen a veces una firmeza y un desprecio por la muerte que no es más que el miedo a afrontarla. Con lo que se podría decir que esta firmeza y desprecio son a su mente lo que la venda es a sus ojos.
La Rochefoucauld.
jueves, 6 de marzo de 2008
martes, 4 de marzo de 2008
Por qué no hay misioneros budistas-II
Mi amiga Pamela me escribe esto, y yo no tengo más que añadir:
A los monjes budistas no les está permitido tocar cosas impuras. Ni siquiera tocar mujeres, es decir, ni rozarlas con un dedo. Por descontado no irán a predicar a barrios de prostitución porque con ello quedarían mancillados espiritualmente.
Ahora bien, los cristianos sabemos que todo espíritu está envilecido, y que nadie puede permanecer con Dios sin Jesús. Sabemos que tanto prostitutas como banqueros nacen pecadores por igual, dado que cada uno de nosotros lo es. Sabemos, en fin, que nadie puede abrirse por sí mismo el camino hacia la perfección, mientras que los budistas creen transitar por el sendero espiritual que ha sido vedado al vulgo.
Los mentores y genuinos creyentes budistas, pues, están aislados. Sueñan que la compasión sólo existe en forma de buena voluntad -mas puramente pasiva- hacia el lejano prójimo. No se da en ellos acción o sacrificio de ninguna clase.
Una vez estuve ayudando a un amigo monje a instruir en el templo a los novicios. El contenido de la doctrina me llamó la atención. Había una historia sobre una mujer que, al fallecer su hijo, estaba lamentando su muerte. A lo que Buda le manifestó: "Quiero que visites toda casa en esta aldea y recaudes un grano de mostaza de cada persona que no haya sentido la pérdida de la muerte". La mujer hizo lo mandado y no encontró a ninguna, por lo que se convirtió en discípula.
Siempre he pensado que esta historia es absurda y despiadada. Por supuesto que todos hemos sufrido alguna pérdida personal. Pero ¿significa eso que un Dios compasivo se conformaría con decir "es normal, hazte cargo"?
lunes, 3 de marzo de 2008
Por qué no hay misioneros budistas-I
1.- Porque de el "no dañes" no se sigue el "haz el bien".
2.- Porque los auténticos budistas carecen de compasión hacia lo impuro.
3.- Porque creen que pueden hacer efectiva la compasión sólo con pensarla, sin necesidad de actuar.
4.- Porque optan por el áurea mediocridad, rehuyendo las emociones extremas de alegría y tristeza.
5.- Porque si Jesús asumió el dolor de la humanidad hasta la muerte, Buda quedó sumido en el nirvana, el lindar entre la existencia y la nada.
Amar sin condiciones, sin esperar nada a cambio ni en el Cielo ni en la Tierra. Sin pulsiones simpáticas, sin satisfacción moral, sin imperativos categóricos vacíos y mercenarios. Amar hasta la derrota. Paradójicamente, tal es el estado de gracia que conduce a la salvación.
Aforismos
I.
El escepticismo es la noche en la que todos los gatos son pardos, esto es, la oscuridad en la que todas las hipótesis son igual de plausibles o implausibles. El cálculo de probabilidades a los efectos de una mayor certeza supone en estos casos poco más que la gestión interesada de la ignorancia.
II.
Si siendo idéntica la probabilidad de dos hechos, uno acontece y el otro no, significa o bien que dichas leyes no sirven para predecir nada en estos casos, o bien que la naturaleza se rige por principios superiores a los que nosotros tratamos de imponerle.
III.
Todo lo que puede pensarse es posible. Ahora bien, la realidad puede pensarse, luego la realidad es posible; y todo lo que es posible se debe a que otra cosa es posible. Nada, excepto Dios, puede existir por sí mismo. Es decir, la posibilidad o pensabilidad de lo real señala los límites de su existencia armónica.
IV.
La racionalidad de la materia no estriba en su materialidad. ¿Por qué, entonces, lo real es pensable? ¡Porque el pensamiento es real!
V.
Si la razón fuera un producto humano, no habría razones para ser razonable. Producir razón es en sí ya una expresión absurda.