Constato:
1) La fuerza bruta, la violencia y las coacciones son recursos desesperados que no integran la práctica cotidiana del hombre medio, so pena de provocar exclusión. Así pues, y muy al contrario de lo que sucede en otras especies, la paciencia es entre nosotros una virtud en extremo más útil a la hora de alcanzar objetivos.
2) Los grandes hombres, aunque en su andadura provoquen la caída de muchos otros, suelen reportar grandes ventajas al conjunto de la humanidad, y por ello son tenidos por inteligentes y benéficos. De no ser así, los eliminaríamos. Son excepciones a esta regla los revolucionarios exitosos en general y, en particular, los escasísimos individuos que se hacen con el poder absoluto en una jurisdicción.
Pregunto:
a) Perseguimos, multamos, encarcelamos y ejecutamos a los delincuentes, con lo que su capacidad de reproducción es menor. ¿Por qué se mantienen, pues, constantes y no se extinguen los malvados en sentido fuerte, es decir, los que atentando contra las leyes más básicas y universalmente aceptadas destruyen los vínculos sociales?
b) Si definimos la actitud insociable como aquella que no tiene en cuenta el interés del otro, o está orientada a perjudicarlo si ello reporta algún beneficio al agresor (pero no el mayor beneficio), ¿qué razón evolutiva hay para que se mantenga generación tras generación, como una epidemia que afecta a todos los contextos culturales y a todos los extractos sociales?
domingo, 29 de julio de 2007
Usquequo peccatores
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