sábado, 27 de octubre de 2007

Doctrinas abstractas




Existe un dualismo débil en el lenguaje. Para formar una oración con sentido son imprescindibles el sujeto y el predicado. Un sujeto sin predicados es una abstracción (siempre se hace algo), como lo es un predicado donde el sujeto falte.

El materialismo reduce el sentido a la dimensión de los sujetos; a la corporeidad, cuyas leyes son externas. El idealismo solipsista hace lo propio acotándolo a la articulación de predicados inmanentes e incomunicables, dada la ausencia de una pluralidad de sujetos.

No hay cuerpo que no actúe, ni curso de acción que cese. Nada emerge y nada se sumerge, salvo en las apariencias.

Toda desviación filosófica pasa por una desviación gramatical previa.

5 comentarios:

Atilio dijo...

Pamplinas.
Claro que se puede pensar violando tus afirmaciones gramaticales caprichosas (sujeto/predicado, etc.); aun siendo materialista.

Gregorio Luri dijo...

"Toda desviación filosófica pasa por una desviación gramatical previa". ¿Y al revés? ¿Toda rectitud filosófica pasa por una rectitud gramatical previa?
Podemos -e inevitablemente es lo que hacemos- pensar de mil maneras. Y lo sorprendente es que la falsedad de las premisas no invalida necesariamente la verdad de la conclusión.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Atilio, Gregorio:

Reconozco que los errores en filosofía acostumbran a ser productivos, ya que la dialéctica es polimorfa.

Este post no es más que una justificación de su penúltimo párrafo.

Sursum corda! dijo...

En realidad muchos errores filosóficos son errores gramaticales. Hacen incapaz a la mente humana de entender la realidad al mezclar palabras sin sentido o contra la lógica.

Dividimos los seres en sujetos y predicados, verbos, adjetivos, los verbos tienen sus adverbios, las preposiciones denotan relaciones... ¿Son algo más que nombres que damos desde nuestra perspectiva? Pues si no lo son, reduzcamos los problemas filosóficos a problemas de mala gramática y disolvámoslos en nada, que es lo que suelen ser.

La ciencia, cuando lo es y no se enfanga en trampas de palabras, aporta nuevos conocimientos. Con la filosofía simplemente tratamos de liberarnos de las trampas que nosotros mismos nos ponemos en el camino al conocimiento científico.

Fernando G. Toledo dijo...

"El materialismo reduce el sentido a la dimensión de los sujetos; a la corporeidad, cuyas leyes son externas."

Dado que la etiqueta dice "Gustavo Bueno", esta afirmación es falsa como una mónada. E incluso, es tan confusa que parece una irónica ejemplificación de lo que es una "desviación gramatical". Para el materialismo filosófico, no todo sentido se reduce a la corporeidad, incluso niega tajantemente tal reduccionismo radical, por cuanto para hablar de sentido son imprescindibles la conjugación de los tres géneros de materialidad en un proceso de relaciones establecidos por el llamado "ego trascendental".
Por supuesto que para quien hable de Gustavo Bueno esto debe estar más que claro.