martes, 14 de agosto de 2007

¿Podría San Agustín derrotar a Darwin?


La risa, ¿hay algo mas humano? Todos los hombres sentimos una vaga satisfaccion al contemplar la desgracia ajena, siempre que nosotros permanezcamos a salvo. El fenomeno de la risa muchas veces viene asociado a este tipo de situaciones, en especial cuando la desgracia del otro no es excesiva y se aproxima mas a lo ridiculo. Bergson tiene un ensayo al respecto. Sobre gozar con el mal ajeno estando uno a salvo, existe una cita famosa de Lucrecio que lo ilustra.

Tambien nos vemos inclinados a comportarnos de forma insociable hasta que, por expresarlo en terminos freudianos, el principio de realidad -o de sociedad, para el caso- se impone al de placer. La educacion que damos a los infantes consiste en hacerles sentir verguenza por las acciones molestas e incivilizadas a las que tienden sin excepcion. Eso no ocurre con los animales por dos motivos: 1) su aprendizaje, si lo hay, se limita a ayudarles a perfeccionar por imitacion el instinto de supervivencia; 2) son incapaces de sentir verguenza, que no debe confundirse con la actitud sumisa. Ergo, las bestias carecen del pecado original de los hombres, mientras que estos lo mantienen de forma constante al margen de cualquier proceso selectivo impuesto por el modo de vida hegemonico y mayoritario de sus comunidades.

En pocas palabras: ningun animal es, en terminos generales, naturalmente perjudicial para su especie. Los humanos si lo somos para la nuestra, por lo que cabe decir que la sociedad que hemos erigido no sirve solo al proposito de colaboracion entre hombres, sino tambien al de proteccion del hombre contra el hombre. No me traigais a colacion a cuatro simios atipicos, ya que las excepciones curiosas no me interesan en absoluto. Intento fijar la regla, que en el "homo sapiens" resulta mas que evidente.

Los animales compiten entre si al igual que competimos los hombres, aunque en el hombre competir sea sinonimo de colaborar con sus semejantes, al estar su trabajo integrado en el bien comun. Esta situacion de rivalidad comun a todos los vivientes viene impuesta por la escasez de los recursos, por lo que la actitud competitiva si es seleccionada por la evolucion segun el ecosistema de que se trate. Las garras del leon y el cuerno del rinoceronte son fruto de tal dinamica. En menor medida, la inteligencia del hombre.

Con todo, preferir mi bien al tuyo en aras de mi perdurabilidad es una actitud perfectamente racional y hasta admitida en derecho en todos aquellos casos en los que la transaccion no sea posible. Es decir, casi siempre entre las bestias, pero casi nunca entre los de nuestra especie. No es lo que yo entiendo por malicia, termino que suele vincularse incorrectamente al legitimo egoismo.

Mas no nos extraviemos en definiciones. Partamos de conceptos claros que nos permitan examinar los hechos con objetividad para, a la postre, emitir dictamen sobre la anomalia de este interrogante: Por que la evolucion cultural funciona con las sociedades -seleccionando a las que mas y mejor cooperan- y no con los individuos?

Un pueblo eminentemente guerrero sucumbira a otro que, ademas, sea floreciente en el comercio, pues este ultimo podra dotarse de mas recursos para la supervivencia. Asi, este tipo de sociedades se ha impuesto al anterior, que representa formas mas primitivas de organizacion humana.

Ahora bien, el hombre pacifico no se ha impuesto al violento mas que como producto social. Si las leyes y las coacciones desaparecieran de golpe, el caos se apoderaria del mundo y las pulsiones antisociales primarian sobre las sociales; la animalidad enloquecida sobre la razon civilizada.

Por que la cultura tiene que reprimir una y otra vez, en todo tiempo y lugar, las mismas tentaciones criminogenas? Ya se ha dicho: porque la maldad no es genetica ni, por tanto, puede seleccionarse. Sin embargo, doy por supuesto que la cultura nacio para combatir la maldad y no para potenciarla, exceptuando sociedades degeneradas que, incursas en el extremo de la ferocidad autodepredadora, han sido sus propios verdugos.

No desearia abrumaros con mi perorata, pero aqui hay algo muy importante que se ha pasado por alto hasta ahora. Un detalle que, de confirmarse, probaria que el creacionismo mas literalista tiene al menos un clavo al que asirse; un fenomeno que la evolucion no solo no ha explicado, sino que todo indica que esta incapacitada para explicar, a la vista de los resultados historicos. Esto es, el hecho de que no nos hayan corrompido ni nuestro entorno ni nuestros antepasados simios (no en lo que a la raiz de la maldad respecta); no, en fin, la naturaleza, ni la cultura como segunda naturaleza. Lo que determinaria la desviacion cronica del comportamiento sociable del hombre seria mas parecido a una maldicion que a una tara. La maldad y la maldicion estarian asi unidas por un relato que en este punto distaria mucho de ser simbolico o acomodaticio: el del Genesis.

He mencionado la risa, la risa humana. La risa del simio muestra sorpresa, jamas crueldad. Solo el hombre es cruel por el mero placer de serlo. El buen salvaje no existe, salvo que sea un primate.

11 comentarios:

Dark_Packer dijo...

Ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja.

¡Qué bien, soy humano!

Saludos Tailandés.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Jeje, saludos. El 21 regreso ya, pero no paso por Barcelona y no se si tendre conexion disponible hasta septiembre. Se aprovechara para leer.

Emilio Cervantes dijo...

San Agustín tiene argumentos mucho más a su favor que podrían ayudar a entender la evolución cuando se piense en términos serios y rigurosos y todo este argot darwinista (selección, competición) desaparezca del mapa. Si no, no habrá nada que hacer. Podremos hablar de evolución cuando la Teoría darwinista se retire al trastero, lugar de donde no debió salir nunca.

Sursum corda! dijo...

Digo lo mismo que en otra entrada: se puede hablar como en este mensaje y en las respuestas cuando no se conoce lo suficiente sobre biología ni genética de poblaciones ni etología.

Esto es ignorarlo todo o casi todo sobre comportameintos egoístas y altruistas, de agresión y de aplacamiento, de cooperación y de competencia.

En fin.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Sólo puedo trabajar con los datos que tengo, no con los que no tengo. He discutido sobre estos temas en foros de biología y no he leído en ellos ninguna explicación razonable de esta anomalía.

Sursum corda! dijo...

Le he dejado una respuesta apresurada en otro de sus mensajes, ahora arriba: Confrontemos.

Emilio Cervantes dijo...

Qué cara tiene Darwin en la foto!.

ah! Ese hombre si que debió ser inteligente!. ¿ No han leido ustedes el origen del hombre?.
No se lo pierdan.

Cuando acabe Punset de escribir sobre Ciencia, volveremos a re-editar la obra de éste fantástico genio.

Pepe dijo...

Estoy leyendo sus entradas antiguas, todas buenas, algunas extraordinarias y veo a Sursum que abandonó una conversación que tenía conmigo.
Irichc, ha escrito usted mucho,pero no demasiado.

Saludos.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Muy amable, Pepe. El caso es que a mí la lectura de entradas antiguas me desmoraliza las más de las veces, pero entiendo que eso es buena señal.

daniel rico dijo...

Muy interesante.

Yo creo que la teoria de la evolucion ya deberia llamarse ley de la evolucion.

¿Que opinas de los libros iniciales de San Agustin (Casisiaco, 386)

Muy bueno tu blog, saludos.

Anónimo González dijo...

Menuda inversión en términos (ojo, no digo que seas un invertido). Después de 2,000 años de cristianismo es lógico que las anomalías respecto al resto de animales se asemejen al discurso de la Biblia. Es más, es normal que el Antiguo Testamento se adecúe al modo de ser humano pues por algo es humano. No hay demasiado misterio. Sólo es jugar con las ideas y las palabras de forma hueca.
Aún habiendo un creador que nos hubiese hecho distintos al resto de animales, ello no supondría que Darwin estuviese equivocado. La biología y, sobretodo, la genética están demostrando que los tiros estaban bien lanzados. Lo úncio que demostraría es que Darwin dió con una ley divina en términos científicos. El mundo podría ser evolucionista y creacionista a un tiempo. Particularmente no lo creo, pero se trata sólo de eso, una creencia.