Entre los ateos no cabe estipular ninguna diferencia cualitativa dentro de lo coexistente; sólo cuantitativas. Así, llegan a la perfección por mera adición de cuerpos. El universo es el ente perfecto de Spinoza porque comprende a la totalidad de los demás. Este criterio es tan sabio como preferir un hombre a otro por el mayor tamaño del primero.
Para un cristiano, en cambio, es más perfecto el hacedor que lo que es hecho, si son elementos distintos. La paradoja del ateo reside en que, pese a que es capaz de aceptar este mismo criterio en su vida ordinaria, no puede más que rechazarlo en su especulación metafísica global. Para él el hombre sería el ser más perfecto conocido, es decir, el ser capaz de realizar más cosas de forma inmediata. Pero el sapiens es a su vez un producto mediato del universo, por lo que, incluso separado éste de toda la especie humana, resulta preferible a aquélla. No importa que nuestra estirpe llegue a ser capaz de reproducir con su arte todas las formas de vida o escrute el último rincón de la naturaleza: siempre será menos que una suma que la incluye. ¿Y en qué deriva este modo mercantil y ciertamente judío de pensar? En panteísmo, en progresismo, en ecologismo.
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Durísimo Gregorio Morán en 'Vozpópuli': "Esperando a Trump"
Hace 32 minutos
7 comentarios:
"No importa que nuestra estirpe llegue a ser capaz de reproducir con su arte todas las formas de vida o escrute el último rincón de la naturaleza: siempre será menos que una suma que la incluye"
Es la única frase más o menos cierta de este escrito enrevesado e incierto (= no cierto). Pero la conclusión no tiene por qué ser esa. ¿Pateísmo? Hay que convertir al universo en Dios, y eso no pasa. ¿Progresismo? ¿Quién es ese señor? ¿Ecologismo? Preguntale a Hitchens.
Entre los ateos no cabe estipular ninguna diferencia cualitativa dentro de lo coexistente; sólo cuantitativas.
No deja de tener cierta gracia que diga esto quien un par de post más abajo, frente a un ateo (servidor) que afirma que Auschwitz supone un salto cualitativo frente a otros horrores, y retado por este ateo a imaginar un horror peor, no se le ocurra sino presentar otro Auschwitz con un número mayor de muertos.
Fernando:
El mismo prejuicio que rechaza la inmediatez de la Creación, prolongando la historia del universo hasta suprimir su comienzo, rechaza la inmediatez de la acción, esto es, el libre albedrío. De ahí proviene el absurdo de medir las cosas a peso, por el exterior, y no según su irreductibilidad.
Herodoto:
No tengo nada en contra del criterio cuantitativo siempre y cuando no sea el único empleado.
La perfección es un concepto ocioso en ciencia y en filosofía atea.
Lo cualitativo solo tiene sentido en un contexto.
El hombre es lo que hace, es decir, su vida. Esto dicho en una óptica literaria/filosófica.
El hombre no es solo un producto del universo sino el universo mismo, o mas bien, una pequeña parte del mismo. el antropocentrismo es una de las falacias de los monoteismos que mas han sufrido. Querer volver en este sentido me parece realmente inutil y una negación de la realidad.
Siempre me ha hecho gracia que el ateísmo en América se llame "humanismo secular", cuando para los ateos el hombre es un pedazo de materia mortal, carente de verdadera libertad y no muy distinto al resto de animales. Es decir, justo lo contrario de lo que distinguió al humanismo histórico.
IRICHC:
Es una estupidez llamarle prejuicio a la Creación, cuando el rechazo a esta idea se trata de una conclusión dialéctica enfrentada a una tradición mitológica, teológica e ideológica que ha dominado la humanidad.
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