lunes, 20 de agosto de 2007

Darwinismo insociable


Dejadme recapitular. Hay todavia entre vosotros quien niega que el mal y el bien sean conceptos claros, a pesar de que me he cansado de delimitarlos tantas veces como me lo habeis pedido. Resignaos: el mal y el bien existen objetivamente, aunque su percepcion por parte del hombre pueda variar segun su circunstancia. Lo mismo debe decirse del calor y del frio, pues no todos encuentran frias o calientes las mismas cosas y, sin embargo, existen parametros de referencia para calificar algo segun su temperatura (el punto de ebullicion, el de congelacion, los 36 grados promedio de nuestro cuerpo, etc.).

Visto esto, sabemos que la seleccion cultural -estrechamente relacionada con la psicologia evolutiva- tiene como tarea principal promocionar a los mas habiles socialmente, facilitando que sus conductas se perpetuen. Ahora bien, el criminal es alguien por definicion socialmente inepto, ya que elige un modo de actuar que perjudica a sus semejantes y, a su vez, lo pone a el en grave riesgo. A diferencia del soldado, el delincuente cuenta con otras opciones distintas a la agresion, con mayores posibilidades de exito y, en resumen, mas razonables. Tampoco hay que olvidar que existen guerras justas.

El centro de este debate esta en determinar por que motivo todos sentimos atraccion por el crimen o accidente que no nos contemple a nosotros como victimas e indiferencia por las virtudes que no nos tengan por beneficiarios. Doy este hecho por probado. Los curiosos que se amontonan en los lugares donde acaban de suceder desgracias y la atencion que reciben las noticias de esta indole son muestras suficientes de nuestra podredumbre. Falta, sin embargo, saber que impulsa a los individuos sanos a obrar asi.

Se ha dicho del mismo modo que sin leyes ni coacciones sociales los comportamientos virtuosos (es decir, los mas tendentes a la cooperacion y al interes reciproco) serian una rara excepcion frente a las conductas abusivas de los mas fuertes, organizados en clanes y hordas. Y de ahi se ha deducido que, en tanto que necesitamos un medio externo como la ley para garantizar la justicia, la seleccion cultural es insolvente a la hora de explicar la evolucion -mejor: la no evolucion- del comportamiento de los individuos humanos.

Mientras que el desarrollo de la inteligencia que nos configura como miembros de nuestra especie muestra claros rasgos evolutivos, el desenvolvimiento de la habilidad social que tambien nos caracteriza (desde que somos lo bastante inteligentes para interrelacionarnos en un entorno complejo) aparece estancado, sin avances ni retrocesos visibles.

Nos encontrariamos ante la paradoja de una especie que ha potenciado la sociabilidad como instinto crucial para la supervivencia, pero que de ordinario es incapaz de servirse libre y racionalmente de ella, esto es, sin condicionamientos punitivos.

No sirve como respuesta el alegar que la familia y la sociedad han amparado las conductas vandalicas, permitiendo que se reproducieran en su seno. No sirve porque nada nos inclina a pensar que los hombres en estado salvaje son naturalmente buenos.

Tampoco es plausible una solucion que reclamase mas tiempo para que los efectos de la seleccion cultural se hiciesen sentir. El hombre actualmente goza de capacidad bastante para mantener una conducta optima y responsable en su comunidad. Pero una pulsion irracional e innata hace que frustre voluntariamente dicho proposito, lo cual le causa innumerables calamidades.

Ademas, si la irracionalidad latente se debiera a alguna deficiencia cognitiva generalizada, no habria esperanza de que el tiempo la corrigiese, ya que la aptitud intelectual del hombre ha dejado de aumentar generacion tras generacion, debido precisamente a que es un ser social.

2 comentarios:

Emilio Cervantes dijo...

Has escrito una entrada bien complicada. La he leido casi entera y no sé que quieres decir, y,.... sin embargo, sospecho dónde hay una raíz del problema.

El darwinismo es raíz de muchos problemas y malentendidos. La Teoria de Evolución de las Especies por Selección Natural (es decir, el darwinismo) es una tautología, un planteamiento claro, veraz, estético para quien le guste ( a mi me parece bochornosamente antiestético), etc, etc. Es decir es o puede ser visto como muchas cosas. Lo que no es es Científico, o sea no sirve para hacer análisis adecuados del mundo real, porque es una tautología, una verdad de Perogrullo. Lamentablemente, esto parecen no haberlo visto una buena pare de los científicos o los que trabajan como tales y ha generado una situación de enorme confusión que lleva a poner el darwinismo por delante de casi todo lo que se pretende explicar, cuando en realidad no sirve para explicar nada.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Intenta contextualizar este escrito entre todos los que publiqué en el mes de agosto. Varios de ellos son resúmenes de un debate en el que se intentaba dar una explicación evolutiva a la insociabilidad, rasgo humano paradójico donde los haya y que, en lugar de atrofiarse con el tiempo, se ha mantenido estable.