Los Salmos son cantados por toda la tierra. ¿Quién rinde testimonio de Mahoma? Él mismo.
Pascal
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Queda aún la religión de los ismaelitas, que prevalece todavía en la actualidad, extravía a los pueblos, y anuncia la llegada del Anticristo.
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En tiempos de Heraclio practicaban abiertamente el culto idólatra. A partir de esa época y hasta nuestros días un falso profeta, llamado Mohammed, se ha alzado entre ellos, el cual, después de haber tomado conocimiento, por azar, del Antiguo y el Nuevo Testamento, y de haber frecuentado a su vez con toda probabilidad a un monje arriano, ha fundado su propia herejía. Después de ganarse el favor del pueblo simulando piedad, insinúa que una Escritura venida del cielo le ha sido revelada por Dios. Habiendo redactado en su libro ciertas doctrinas risibles, les transmite esta forma de adorar a Dios.
(...)
Muchos otros absurdos ridículos se encuentran en este Libro [el Corán]. Pero les respondemos: ¿Quién atestigua que Dios le ha dado una Escritura, o quién, entre los profetas, ha anunciado que un tal profeta debía venir? Los ponemos en aprietos cuando les decimos: Moisés recibió la Ley en el Sinaí, a la vista de todo el pueblo, cuando Dios apareció entre la multitud, el fuego, las tinieblas y la tempestad; y todos los profetas, después de Moisés, han anunciado una y otra vez que el Cristo vendrá, que el Cristo es Dios y el que el hijo de Dios llegará revestido de carne, será crucificado, que morirá y resucitará, y que él es el que juzgará a vivos y a muertos. Y cuando decimos: ¿Por qué vuestro profeta no ha venido del mismo modo, con otros para ofrecer de él testimonio, y por qué Dios, que ha dado la Ley a Moisés a los ojos de todo el pueblo, sobre una montaña humeante, no le ha transmitido igualmente la Escritura de la que habláis, en vuestra presencia, para lograr vuestra total certidumbre? Responden que Dios actúa como le place. Esto, decimos nosotros, no lo sabemos menos bien, pero os preguntamos cómo la Escritura ha sido revelada a vuestro profeta. Ellos contestan que ha sido durante el sueño cuando la Escritura ha descendido sobre él. Para burlarnos de ellos les decimos: Puesto que ha recibido la Escritura durante el sueño, sin caer en la cuenta de ello, el adagio popular le conviene perfectamente ["Me cargas con sueños"]. Les volvemos a inquirir: Puesto que él mismo os ha ordenado, en vuestra Escritura, no hacer nada o no recibir nada sin testigos, ¿por qué no le habéis pedido vosotros: "Tú primero, prueba con la ayuda de testigos que eres profeta y enviado de Dios; y que la Escritura testimonia en tu favor."? Entonces, vergonzosamente, guardan silencio. Con razón les insistimos: puesto que no os está permitido desposar a una mujer, ni comprar ni adquirir sin testigos, y que no admitís poseer ni siquiera asnos o ganado, sin un testigo, en ese caso no tomáis mujeres, bienes, asnos ni nada sino ante testigos; ¡sólo, pues, la fe y la Escritura las aceptáis sin testigos! Ya que aquel que os ha transmitido dicha Escritura no posee garantías por parte de nadie, ni conoce a quien testimonie en su favor en el pasado. ¡Mucho mejor que eso, la ha recibido durante el sueño!
S. Juan Damasceno
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Perillán
Hace 1 minuto
12 comentarios:
Feliz año nuevo y gracias por este formativo post
leíste el Vaticano II?
Gracias, dimas. Feliz año.
Marta,
Sí, y el discurso de Ratisbona.
Uno se pregunta por qué el cristianismo (y más el catolicismo) puede ser objeto de la crítica más áspera y a menudo bien poco fundamentada, mientras que respecto al Islam se tiende un velo de convencional respeto (digo "convencional", porque creo que hay algo más que simple temor). ¿Qué oscuro interés está detrás de la promoción de esta mentalidad incoherente?
Outsider: El miedo y la ignorancia tejen el velo al que te refieres. Y no es que sea yo un adversario jurado de esta religión, pues la prefiero a la ciega soberbia del ateo. Pero todo lo bueno que pueda tener el islam queda entorpecido por su amorfo fideísmo, su espurio eclecticismo y sus indisimuladas ansias de dominación política.
Añado, ya que paso por aquí, que estos días actualizaré poco, si no me asalta la Musa por sorpresa. Estoy preparando una réplica a un libro y me he obligado a no publicarla hasta que termine de leerlo por completo. Acabaría antes con él si el asunto no me estuviera cargando con bibliografía adicional.
Irichc,
¿Es mucha molestia que indiques de qué texto de San Juan Damasceno está sacado su fragmento? ¿De una homilía, por ventura? Es que me interesaría echarle un vistazo personalmente cuando tenga tiempo.
Y ya que estamos, el último fragmento de la antología...
Por cierto, aquí hay una bonita sarta de brutalidades que habría que refutar, pero a mí me deprime y creo que tú lo harías mejor.
Perpetrador,
Para nada es molestia. Éste es el libro del que procede la cita del Damasceno.
El último fragmento de esos tres textos es el menos elegante (además de estar empotrado en el blog de mala manera), pero mantiene la misma línea apologética y señala como los otros el límite absoluto del ecumenismo: la verdad.
Me pasaré por el sitio que recomiendas.
Un saludo.
Le escribo acerca del articulo titulado "Dar fé " relacionado con el Islam y con el profeta Muhammad(Mahoma).Al lugar de exibir tanta ignorancia,mentiras y mitos,se puede meditar en eso, y preguntarse cómo en ese período de tinieblas de hace más de 1.400 años, en una región tan oscura como Arabia, un comerciante y pastor árabe analfabeto llegó a poseer tal luz, saber, poderío, capacidades y virtudes morales tan desarrolladas.Se puede decir que no hay nada de particular en su mensaje. Es el producto de su propio espíritu. Si hubiera sido así, entonces hubiera podido proclamarse dios. Y si hubiera hecho tal afirmación en esa época, los pueblos de la tierra, que no vacilaban en llamar dios a Krishna y Buda,y a Jesús Hijo de Dios,por pura imaginación,y que podían sin escrúpulos adorar las fuerzas de la Naturaleza, el fuego, el agua, el viento, habrían voluntariamente reconocido en una personalidad tan asombrosa como Mujámmad como el Señor mismo.Pero he ahí que él afirmó precisamente lo contrario. Porque proclamaba: “Yo soy un ser humano como vosotros mismos. Yo no os he aportado nada de mi propia iniciativa.Todo esto me ha sido revelado por Dios. Todo lo que yo pueda poseer Le pertenece. Este mensaje,del que la Humanidad entera no es capaz de producir un equivalente,es el mensaje de Dios,no es producto de mi propio espíritu.Todas sus palabras me han sido inspiradas por Él, y toda la gloria viene de Él. Todos los actos maravillosos que hablan en mi favor a vuestros ojos,todas las leyes que yo he dado,todos los principios que he anunciado y enseñado, ninguno viene de mí.Yo sería,en efecto,incapaz de producir tales cosas con el único poder de mis capacidades personales.Yo busco los mandatos divinos en todas las cosas.Todo lo que ordeno,yo lo he hecho,todo lo que Él dicta,yo lo proclamo.”¡Qué maravilloso y viviente ejemplo de franqueza,de integridad, de verdad y de honor!.Un mentiroso o un hipócrita tratarían generalmente de atribuirse todo el crédito de las acciones de los demás, incluso cuando la falsedad de lo que dice puede ser fácilmente probada. Pero este gran hombre no se apropió del crédito de estas hazañas,incluso cuando nadie podía contradecirle, pues no era posible descubrir la fuente de su inspiración.
La vida y las enseñanzas de los Profetas (la Paz de Dios sea con todos ellos)son los faros que guían al pueblo en el Camino Recto,y también que sus enseñanzas y sus mandatos estén vivos durante mucho tiempo,y esté él también de alguna forma,vivo.La muerte verdadera de un Profeta consiste no en su muerte física, sino en la litigación de sus enseñanzas y la interpolación de sus mandatos.
Los Profetas antiguos han muerto porque sus discípulos adulteraron sus enseñanzas.Interpolaron sus instrucciones y apagaron su vida ejemplar atribuyéndoles
acontecimientos ficticios.
Ninguno de los antiguos libros —Tora de Moisés (P),Salmos de David (P),Evangelio de Jesús (P)— existe hoy día en su texto original,e incluso sus discípulos confiesan que no poseían los originales.Las biografías de los antiguos profetas están totalmente mezcladas con ficción hasta el punto que un informe preciso y auténtico de sus vidas es un hecho imposible.Sus vidas han llegado a ser cuentos y leyendas y no se puede encontrar en ninguna parte un informe digno de fe.No solamente porque los relatos han sido perdidos y sus preceptos olvidados,sino porque no se puede incluso saber con certeza dónde y cuándo tal o cual Profeta nació y fue educado,cómo vivió y qué código dio a la Humanidad.
Juzgando los hechos sobre estos criterios,nadie puede negar que Mujámmad y sus enseñanzas siguen vivos.Sus enseñanzas están inalteradas e inalterables.El Corán,el libro que ha dado a la Humanidad— existe en su texto original sin que le falte ni una jota.El relato completo de su vida (sus palabras,sus instrucciones, sus acciones) es conservado con una exactitud total,y aunque hayan transcurrido más de 14 siglos,su delineación en la historia es tan clara que nos parece verla con nuestros propios ojos.Ninguna biografía ha sido tan bien conservada como la de Mujámmad,el Profeta del Islam.En todas las fases de nuestra existencia, podemos buscar los mandatos de Mujámmad y tomar ejemplo de su vida.Por esto,no hay necesidad de otro Profeta después de Mujámmad,el último de los Profetas.
Un saludo.
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