Experimentar el movimiento es un salir de sí mismo.
Todo salir de sí mismo es un transitar hacia el otro.
El universo experimenta el movimiento.
Ahora bien, si el universo es todo cuanto existe, no hay nada hacia lo que el universo pueda ser transeúnte.
Por consiguiente, o bien el universo no es todo cuanto existe, o bien no todo el universo experimenta el movimiento.
Si el universo no es todo cuanto existe y puede transitar fuera de sí mismo, habrá un lugar fuera del universo. Y, dado que el universo comprende la suma de todo lo extenso, será un lugar sin extensión y fuera de toda extensión, por lo que, al carecer de magnitud, no podrá medirse con el movimiento ni alcanzarse en ningún tiempo. Por tanto, es falso que el universo pueda salir localmente de sí mismo.
Por otro lado, si el universo puede abandonar el tiempo en que se encuentra para llegar a un tiempo que no forma parte de él, el tiempo no podrá concebirse como un continuo. Así pues, habrá múltiples universos a causa de la discontinuidad temporal, pero deberá afirmarse la existencia de un solo universo debido al tránsito de un universo a otro y a la unión de ambos al final de dicho tránsito, por lo que la discontinuidad temporal desaparecerá en determinado tiempo, lo que es absurdo.
En consecuencia, debe sostenerse que, aunque el universo es todo cuanto existe, no todo el universo experimenta el movimiento y que, cuando el universo se mueve y sale fuera de sí, lo hace sólo en su parte extensa y móvil en pos de su parte inextensa e inmóvil.
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