La symploké platónica no es extrapolable al materialismo, al referirse al orden jerárquico de las ideas. Yo mismo contemplé este concepto cuando en mi web Miscelánea teológica inicié el principal argumento del siguiente modo:
Toda verdad remite a otra.
Si yo hubiera sido partidario del holismo idealista, habría dicho que toda verdad remite a todas las demás, cosa que sólo corresponde a Dios.
Gustavo Bueno es un experto en apropiarse de la dignidad y solera de un término para dar cierto empaque a su deslavazado sistema. La symploké de Bueno no se sostiene, aun combinando los distintos niveles de materialidad por él definidos. Si no hay vacío entre M1, M2 y M3, esto es, entre la cosa en sí, la cosa en mí y los juicios (por traducirlo al kantiano, de donde diría que el filósofo español hurta), todo lo que le ocurra a M1 afectará a M2 y a M3. Y viceversa, puesto que la relación es bidireccional.
Veamos ahora qué ocurre con el aserto "Toda verdad remite a otra". Éste se refiere al nivel de verdad capaz de decirnos algo sobre el mundo (N1) o sobre el pensamiento (N2). Las verdades matemáticas (por ejemplo, las propiedades de los números) no inciden necesariamente en las verdades fácticas, aunque sin duda puedan hacerlo (como sería el caso de las leyes de la óptica). Ahora bien, las verdades fácticas no cuentan con ninguna jurisdicción sobre las racionales, que gozan de plena autonomía.
Hay, además, una verdad que, situada en un nivel ulterior (N3), resulta independiente de N1 y N2: El Ser divino, el Bien platónico. Es por su sola virtud que llamamos verdades a todas las otras, que de lo contrario carecerían de fundamento unitario y bien podrían llamarse mentiras, falsedades o absurdos.
Esto es una symploké, Gustavo.
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Enlace interno.
"Los esclavos felices"
Hace 2 horas
11 comentarios:
No, por favor. Te lo digo por caridad: corregí o eliminá esta entrada porque demuestra un desconocimiento tal de lo que se critica que no hace más que hundirte (si eso es posible cuando estás en el fondo). Como diría una canción famosa aquí hace 15 años: "Yo te avisé".
Por lo demás, ya contesté a este texto en el comentario a otro post. Y tu vieja crítica a Bueno... bueno, estás repitiéndola aquí, con el agravante de que ya se te habían marcado claramente los errores y no has querido reconocerlos.
Me pregunto igualmente cómo hará tu Ser Divino para no violar el principio de symploké sin ser algo así como el Dios aristotélico...
Que Dios remita a todas las verdades no implica que todas las verdades remitan a Dios, aunque lo presupongan (del mismo modo que todo número presupone la unidad sin remitir a ella).
Me pregunto cómo se salta del vacío y se baja de N3 a N2 y N1. Si N3 es "completamente independiente", lo cual ya es un robo al W3 de Popper, no tiene relación con los otros niveles. Lo curioso es que tu Dios informe a veces viola el principio de symploké (holismo) y a veces es un megarismo descarado (mundos separados).
Has puesto el dedo en la llaga. La Creación es incomprensible (que no imposible).
Si es incomprensible, no estás en derecho a decir que es posible, sobre todo cuando se muestra imposible.
Pues si tuvieras razón, podríamos decir: "el círculo cuadrado es incomprensible, que no imposible".
El círculo cuadrado es impensable y, por tanto, imposible.
Ante todo, hay que saber distinguir entre estos dos verbos: pensar y comprender. Dios sólo puede pensarse, porque es Espíritu; pero no puede comprenderse, puesto que es infinito. En un sentido análogo, podemos contemplar el océano sin abarcarlo en nuestro limitado campo de visión, pero de ahí no se sigue que el océano sea invisible o quimérico.
Luego, concluyo, tampoco Dios, ni la Verdad, ni la Creación, ni el Infinito son absurdos por resultar incomprensibles.
Hay también una manera bastante ilustrativa de verlo. Puesto que Dios es la primera razón, no hay razón que lo explique. Su voluntad es por definición insondable, aunque tengamos muchos indicios para valorar que no es en absoluto arbitraria.
Pero sucede que aunque hubiera cosas no comprensibles pero posibles (tu ejemplo es Dios, pero no lo consideraré válido pues se está pidiendo el principio), eso no nos autoriza a considerar posibles todas las cosas incomprensibles. Es decir, la llaga sigue abierta: Dios es imposible, y por tanto, tan insondable como un círculo cuadrado.
No quiero olvidar que este divague nuevo (cerrojos teólogicos para inmunizarte contra las objeciones que desnudan la imposibilidad de Dios) surge del salto dialéctico que propusiste ante la exhibición de imposibilidades manifiestas de tu Dios, imposibilidades no pasibles de salvar llamándoles "incomprensibilidades". Esos absurdos consistían en combinar holismo y megarismo, en un verdadero "combo divino" para llevarse al por mayor.
Pero sucede que aunque hubiera cosas no comprensibles pero posibles (tu ejemplo es Dios, pero no lo consideraré válido pues se está pidiendo el principio), eso no nos autoriza a considerar posibles todas las cosas incomprensibles.
Si no incurren en autocontradicción, ¿por qué no? Posibles, por cierto, no significa existentes. Sin embargo, Dios es el único ser de cuya mera posibilidad se sigue su existencia, al estar en el fundamento de todas las otras.
Puede que para un ateo "no comprendo" y "no tiene sentido" sean sinónimos (envidio la suerte de los que lo comprenden todo, y la fe de los que creen que todo es comprensible). Para mí no lo son.
este modo de tratar de deformar, es sencillo, sobre todo cuando no se cita con datos concretos. El libro Ensayos Materialistas, de Gustavo Bueno ( se puede leer en este sitio http:://fgbueno.es), expone que hay una base en torno a la cual los conceptos M1-M2-M3 se relacionan y este es el concepto de Conciencia material. Aunque hay la posibilidad de relacionar estos términos desde el idealismo de la conciencia, no desde el materialismo...no es tan simple como usted lo pinta, amigo.Reducir tesis de un libro a frasecitas más o menos ingeniosas es lo más simple, pero lo menos serio
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