Ars sequitur naturam

Las máximas sobre la naturaleza formuladas por los antiguos son: Que es rica en sabiduría ("Natura es sapientissima, adeoque opus Naturae est opus Intelligentiae"), que no descuida sus fines ("Natura fine suo nunquam excidit"), que opera siempre lo mejor ("Natura semper facit quod optimum est"), que elige los medios más eficientes ("Natura semper agit per vias brevissimas"), que no es derrochadora ni cicatera ("Natura neque redundat in superfluis, neque deficit in necessariis"), que procura por la conservación del universo ("Natura semper invigilat conservationi universi"), que sana todas las enfermedades ("Natura est morborum medicatrix"), que no procede por saltos ("Natura non facit saltum"), que se preserva a sí misma ("Omnis Natura est conservatrix sui"), que aborrece el vacío ("Natura vacuum horret") y que nada hace en vano ("Natura nihil facit frustra").

En base a esto tenemos que el derecho:

1) Debe adecuarse a la inteligencia y no a la mera voluntad.

2) No debe ser superfluo.

3) Debe preferir el mayor bien al menor bien.

4) No debe complicarse innecesariamente.

5) Debe proveer lo principal y no debe ocuparse de lo insignificante.

6) Debe conservar la especie humana.

7) Debe resolver todos los conflictos.

8) Debe estar perfectamente fundamentado.

9) No debe contradecirse.

10) Debe ser completo.

y 11) Debe siempre obedecer a fines loables.