sábado, 20 de junio de 2009

Preliminares




La moral no es la ciencia de lo útil y lo conveniente, sino la de lo digno, lícito u honesto. La conveniencia es variable según a quien la apliquemos: al león o al antílope; al hombre de hoy o al de mañana; a cierto ecosistema, tomado como sujeto de derechos, o a la comunidad capaz de emigrar.

Antes de hablar de moral, pues, hay que saber qué se está defendiendo: ¿La ausencia de dolor? ¿El progreso científico? ¿La democracia liberal? ¿La primavera de los pueblos? ¿La salvación de las almas?

2 comentarios:

Hugo dijo...

Pues entonces dejemos a un lado el utilitarismo. ¿No me es digno, lícito y honesto actuar conforme a lo que mi "capacidad empática" me exige?

La principal tarea de la ética es, creo, buscar el sistema moral que represente al mayor número de personas posible, es decir, a la mayoría. Si la mayoría sufre cuando se le inflige dolor injustificado a otros animales, ¿no deben actuar en consecuencia?

Se suele deducir, erróneamente a mi parecer, que si el león trata sin miramientos a su presa -no tiene opción-, al ser humano le es lícito actuar igual. El ser humano no es un león, aunque compartan muchos de los instintos más habituales, como la violencia.

Un saludo.

Ignacio dijo...

Antes de hablar, hay que saber lo que se ice: mucho pábulo das a los engolados petimetres esos ¿porqué?