sábado, 31 de enero de 2009

Schelle






Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
Él colma tu vida de bienes,
y tu juventud se renueva como el águila.
Aleluya.

1 comentario:

A.S.G. dijo...

Que Dios le bendiga.

Un abrazo.