jueves, 3 de marzo de 2011

Abraham




La fe no es necedad y locura, fe es el acto heroico de la verdad frente a la apariencia. La fe es la suspensión del juicio incierto en favor de la verdad cierta, no la potestad de interrumpir el pensamiento. No hay nadie que pueda dejar de pensar por completo; ni, por otro lado, nadie piensa indefinidamente, sino que nos detenemos al hallar un fundamento. El fundamento para el creyente es Dios, el sumo bien. Para el ateo puede ser cualquier cosa: la empatía, la ley, lo que me beneficia, lo que me enseñaron o aquello a lo que me inclina mi naturaleza. Pero esto sólo son sombras. Obrará por fe y rectamente quien, despreciando lo anterior, atribuya a Uno solo el origen de todo bien. Lo contrario es politeísmo, superstición, debilidad.

21 comentarios:

Enrique Arias Valencia dijo...

Excelente y de acuerdo a partir de la premisa de que Dios es un símbolo.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

En todo caso, será la suspensión del juicio incierto en favor de lo que uno CREE que es la verdad. Hay mogollón de gente que tiene fe en cosas contradictorias (p.ej., unos tienen fe en que Mahoma es el verdadero profeta de Dios, otros en que la verdad es el Hare Krishna, otros en las revelaciones de John Smith), así que algunos deben de estar equivocados (y posiblemente todos).

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Respecto a la revelación positiva, de acuerdo. Pero el texto alude más bien a la teología natural.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

En ese sentido, donde te paras no tiene por qué ser un "fundamento" en sentido absoluto, sólo aquello más allá de lo cual no llegas. Y sea lo que sea, son sombras (o sea, conjeturas).

Váitovek dijo...

Si nos atenemos al cuerpo de tradición bíblica , Dios no es el Bien solamente.Ni sumo ni no sumo.ç
Cf: Isaías 45-7.
Es más tu posición crea DOS DIOSES, el sumo Bien y el Sumo MAL, es Zoroastrismo puro.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Dhavar,

No lo creo. Dios es el creador del mal, así lo admitió Leibniz. Pero el mal en el mejor de los órdenes ha de reputarse como parte del bien e instrumento para el mismo, como las disonancias repartidas en una melodía a fin de que resulte menos monótona.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Jesús,

No me parece que podamos detenernos en una no-certeza, esto es, en una duda. El lenguaje nos engaña, ya que una duda nunca es una, sino que implica al menos dos posibilidades. Y uno no puede estar detenido en dos sitios a la vez.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Irhich:
una duda nunca es una, sino que implica al menos dos posibilidades.
Obviamente: una posibilidad es la posibilidad de que lo que uno cree (con cierta probabilidad) que es el fundamento lo sea realmente; la otra es la posibilidad de que no lo sea. En este caso, lo más honesto es reconocer, no ya la duda, sino que no tenemos ni puta idea

párvulo dijo...

Con razón escribió Christopher Dawson que tratar de educar al sub-religioso es como tratar de educar al sub-normal. Incapaces de reconocer que el mundo tenga consistencia, realidad y verdad más allá de sus propias mentes, son por eso incapaces de imaginar que exista algo más allá de las creencias. El flagelo del idealismo. Pero de todos los laberintos se puede salir por arriba. No, desde luego, por la propia fuerza, sino por gracia de Dios. Y esa gracia se adquiere a través de la oración.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Sub-racional, digo párvulo:
dices "son por eso incapaces de imaginar que exista algo más allá de las creencias".
Eso es lo que piensas tú, para sentirte superior a mí. Pero yo soy exactamente igual de capaz QUE TÚ de "imaginar que exista bla,bla,bla"; de hecho, lo suelo imaginar varias veces al día, y de pequeño tenía incluso algunas creencias al respecto. Pero no se trata de IMAGINAR, sino de AVERIGUAR si lo que imaginamos es remotamente probable. Y la cosa es que no hay razones para pensar que lo sea.
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de todos los laberintos se puede salir por arriba. No, desde luego, por la propia fuerza, sino por gracia de Dios. Y esa gracia se adquiere a través de la oración.
Ay que ver qué mal están algunos.

párvulo dijo...

"Pero yo soy exactamente igual de capaz QUE TÚ de "imaginar que exista bla,bla,bla"; "

¿Lo ves? No concibes que haya nada más allá de la mente, por eso no entiendes que nuestra diferencia no se debe a que imaginemos cosas distintas. ¿Ves cómo no puedes?

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Párvulo:
¿Lo ves? No concibes que haya nada más allá de la mente
¡Alma de cántaro! El teclado en el que estoy escribiendo lo concibo la mar de bien, y yo diría que está más allá de mi mente.
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Otras cosas para las que no hay datos, CONCIBO que las haya, pero no ME LO CREO (tampoco creo en Papá Noel, aunque lo concibo).

párvulo dijo...

Porque, ¿qué ocurre cuando se dispone el hombre a "averiguar"? Pues que esa disposición carece de efectividad alguna, pues el intelecto humano es sumamente limitado. Ante esa limitación manifiesta, el increyente "estima", asigna probabilidades subjetivas, desprecia los esfuerzos de la razón que otros antes que él hicieron, desprecia el método adecuado para razonar sobre cosas que no son materiales, y como sólo conoce el método para tratar (muy imperfectamente) con la materia, afirma que nada que no sea la materia tiene "probabilidad" alguna de existir.

Por eso fue tan necesaria la revelación: para que las verdades que no pueden ser alcanzadas por la imperfecta razón humana, y las que sólo son accesible a unos pocos hombres de singular claridad intelectual, sean accesible a todo hombre.

En definitiva, lo que la revelación nos enseña es el mundo tal y como es, no como los idealistas pretenden que sea.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Párvulo:
esa disposición carece de efectividad alguna, pues el intelecto humano es sumamente limitado
¡¡¡Efectivamente!!! Es jodidamente difícil averiguar la estructura molecular de la sacarosa, porque nuestro intelecto es una penita de lo torpe que es, pero a base de trabajo, esfuerzo y muchos experimentos, hemos conseguido tener una idea sobre el tema. Si el intelecto humano fuera menos limitado, nos despertábamos una mañana y decíamos, "¡hoy me siento con ganas de averiguar la estructura molecular del metilclorosilano, o los lugares exactos en que habrá terremotos el año que viene!", y hala, sólo con desearlo, nos vendría ese conocimiento a la mente como el que echa un pis. Pero, claro, como nuestro intelecto es limitado, tenemos que hacer grandes esfuerzos para arrancar gotitas de conocimiento a la naturaleza.
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En cambio, lo que no conoce límites es la fantasía y la imaginación, y la credulidad de algunos que, además de tener una imaginación febril, van y SE CREEN que es verdad lo que se imaginan. ¡Lo que no pueda la inspiración divina...!

Felipe Postigo dijo...

Lo realmente curioso de la fe, no es tanto que se trate de un ejercicio de credibilidad al que se otorga un valor más o menos absoluto y trascendente, si no que realmente se trate de una entrega total de la conciencia propia en brazos de lo que no son otra cosa que experiencias supuestamente místicas de terceros, interpretadas y razonadas por más terceros y que se han transmitido a lo largo de los tiempos de boca a orejas de todavía más terceros.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Jesús,

¿No temes que todas las proposiciones en las que crees, y con las que aspiras a convencerme, sean una pura flatulencia verbal? Pues, si todo es materia, ¿qué es la verdad? ¿Es la lógica un juego de palabras con el que nos orientamos, pero tan ajeno a las cosas mismas como el nombre que por convención les imponemos? Si, por el contrario, hay lógica y verdad en el tuétano de las cosas, ¿no es también cierto que radica en ellas algo anterior a todo cambio, a toda casualidad, a toda observación y a toda apariencia? No caben zonas templadas entre estas dos regiones. El ateísmo quiere estar en ambas y ser racional y nihilista a un tiempo, lo que en mi opinión no es posible.

El fundamento absoluto es Dios, el punto en el que nada fluye y nada deja de ser, donde todo se conserva y se mantiene firme. Si no te detienes en alguna parte, retrocederás ad infinitum o procederás en círculo, por lo que tu moral será quimérica.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Felipe,

Hay un gran caudal de la revelación por el que nos hacemos depositarios de las revelaciones de terceros, pues de no ser así Dios debería repetir sus admoniciones en cada generación. Pero hay también un pequeño caudal en el que puede abrevar todo creyente, según el "pedid y se os dará".

Enrique Arias Valencia dijo...

¿Qué podría objetarse a Dios en tanto que símbolo? Hasta el momento, nada. Salid, pues y tomad el puñal para degollar a vuestro Dios o a vuestro ateísmo, según sea el caso.

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Irichc:
todas las proposiciones en las que crees, y con las que aspiras a convencerme
Es que yo no creo en cosas que tú no creas. Supongo que crees, igual que yo, que el agua está formada por hidrógeno y oxígeno, que si navegas hacia el este desde Vigo llegarás a América, y muchas cosas así. De esas cosas no te aspiro a convencer, porque te supongo convencido. Lo que ocurre es que tú crees un montón de cosas MÁS, además de esas, y desde mi punto de vista, la mayoría son pamplinas que no hay ningún motivo sensato para creer. No intento convencerte de nada, sino más bien desconvencerte (bueno, sé que eso es fisiológicamente imposible en tu caso, pero me divierte presentar los argumentos y ver cómo retuerces un poco más cada vez los argumentos para seguir erre que erre).
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si todo es materia, ¿qué es la verdad?
Lo mismo que si hay algo además de la materia: que "la nieve es blanca" sea verdad es EXACTAMENTE LO MISMO que que la nieve sea blanca. Es decir, yo aspiro a organizar mis creencias de tal manera que, si termino creyendo la proposición que dice que A es B, sea más probable que A sea B que lo contrario. Si veo que no hay argumentos para justificar que A sea B o no lo sea, pues me quedo sin creer ni una cosa ni la otra.
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¿Es la lógica un juego de palabras con el que nos orientamos, pero tan ajeno a las cosas mismas como el nombre que por convención les imponemos?
No. La lógica no es un juego de palabras. La lógica es el esquema que sigue cualquier juego de palabras que tenga como intención hacernos inferir proposiciones verdaderas a partir de premisas verdaderas. Pero se trata de normas vacías, que son válidas INDEPENDIENTEMENTE DE LO QUE PASE EN EL MUNDO, porque no tienen ningún contenido fáctico.
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Si, por el contrario, hay lógica y verdad en el tuétano de las cosas
Es que ni la lógica ni la verdad son cosas que puedan estar en el "túetano" de las cosas. Es más, no veo motivos para pensar que las cosas tienen algo así como "un tuétano".
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¿no es también cierto que radica en ellas algo anterior a todo cambio, a toda casualidad, a toda observación y a toda apariencia?
No, no es cierto, y no hay más motivo para pensarlo que la sensación de satisfacción y superioridad intelectual que a ti te surge al pensar en pamplinas de ese tipo.
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El fundamento absoluto es Dios, el punto en el que nada fluye y nada deja de ser, donde todo se conserva y se mantiene firme
Pssssse. O no. ¿Quién sabe? No va a ser verdad porque lo digas tú (o Tomás de Aquino).
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tu moral será quimérica.
En efecto, como todas.
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de no ser así Dios debería repetir sus admoniciones en cada generación
Carajo, si es omnipotente, ¿qué trabajo le cuesta? Como dijo Bertrand Russell, "si al morir me encontrara con dios, le diría que no nos dio bastantes pruebas de su existencia".
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un pequeño caudal en el que puede abrevar todo creyente
De ahí que a los creyentes se les llame rebaño.

Felipe Postigo dijo...

No lo se irichc. Tal vez sea excesivo esperar que Dios ande revelándose continuamente, a o largo de los siglos y de las sucesivas generaciones, pero me temo que este sistema que se acepta de manera tan natural por los propios creyentes, tiende a divinizar el mensaje, en si mismo, despreocupándose, en cierto modo, del emisor original.
Por ejemplo:
¿En que diferiría la fe de irichc, si sus mayores, sus profesores y sus teólogos de confianza, le hubieran presentado unánimemente y desde niño un dios ligeramente distinto del que en realidad le dieron a conocer? ¿Y si le hubieran presentado un dios radicalmente distinto?
Creo, por que no encuentro razón para pensar lo contrario, que la fe de irichc sería igual de sólida y sin embargo es incuestionable que creería en un dios distinto. No se si en un dios falso o en un dios inexistente.
En cualquier caso, en un dios diseñado al paso de la fe de las sucesivas generaciones que le antecedieron. ¿No cree?

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Creo que la razón nos conduce a nociones comunes sobre Dios, que hay asombrosas convergencias en las cosmovisiones de todos los pueblos y que, por consiguiente, la imaginación o el embuste pueden extenderse sólo hasta la forma externa del mito, sin afectar a la metafísica que lo cobija.