Tendré que explicarme. En el sistema emergentista el hombre no es más que lo que hace. Toda pasión es excluida del concepto de subjetividad según este criterio filosófico. Por tanto, no se es individuo hasta que no se actúa de forma visible y característica.
Un criminal descuartizando a un prójimo como sólo los hombres saben hacerlo poseería, en base a ello, más elementos identificativos de su especie que un nasciturus al que no le ha sido dado todavía contar con una actividad mental.
Independientemente de su configuración física, que hace las veces de accidente necesario, encontramos no ya una substancia, como quiere el cristianismo, sino una superstancia que mantiene cohesionadas desde su supremacía ontológica las partes que la generaron. Cómo el efecto puede ser ontológicamente superior a la causa es algo que dejo en manos de los magos de esta disciplina.
Siendo la actividad y solamente ella la que determina mi condición de ser humano, no sólo el sustrato o causa eficiente de esa actividad se disocia de la misma: también el propio producto derivado de ella. Uno es el hombre que actúa y otro el que padece, aunque compartan idéntico cuerpo. Mejor dicho, uno actúa y nadie padece, pues el sujeto emergentista sólo admite la acción. Cuando actuamos somos libres, porque nos aproximamos a nuestra esencia; cuando padecemos quedamos enajenados en la oscura ciénaga material, que nos niega y nos disuelve (el padecer es el mínimo hacer posible).
¿Actúan las máquinas? Turing lo cree. ¿Piensan las máquinas? Se responde afirmativamente. ¿Son humanas las máquinas? Aceptado lo anterior, no cabe duda. Y en tanto que la humanidad está en función de la actividad, tanto más humanas cuanto más activas. Ahora bien, si el cuerpo humano es el poseído por una mente humana, y ésta la que realiza acciones humanas, entonces las máquinas tienen cuerpos humanos y los hombres cuerpos maquinales. No hay ninguna diferencia. Tampoco la hay -salvo en el grado- entre sacrificar hombres y sacrificar autómatas.
Francia, París, Saint-Sulpice … sin gobierno ni belenes
Hace 18 minutos
2 comentarios:
El emergentismo es un "dualismo VERGONZANTE", para ser exactos.
Para el ateo todo dualismo (fuerte o débil) es vergonzante, no hacen falta más matices.
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