Escribir "somos residuos de soles" suena poético, mientras que hacer lo propio con "somos espermatozoides" suena de lo más estúpido. Pues bien, ambas afirmaciones tienen la misma enjundia filosófica.
"Nuestros átomos", dices. ¿Qué los convierte en tuyos más allá del nombre, si tú sólo eres ellos, si ellos eran antes de que tú fueras y si serán después de que tú ya no seas? ¿Qué añade el "yo" que no sea un "flatus voci"?
Cuánto daño ha hecho Sagan.
miércoles, 14 de mayo de 2008
De aquí a la cienciología
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