Hay muchas conductas religiosas socialmente dañinas, como el fanatismo suicida, que sin embargo perviven. Y si la religión es sólo un efecto más de la complejidad de nuestro cerebro, ¿por qué está tan extendido, a diferencia de otros efectos mucho más infrecuentes? La solución es sencilla, pero exige algo de valentía antiempirista: reconocer a Dios como idea innata y como fundamento de la moral de los pueblos.
Si prescindimos de esta asunción metafísica, la evolución no explica aquí casi nada que no sea obvio.
"Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez"
Hace 41 minutos
2 comentarios:
¿Es Calvino quien habla del sentido de Dios?
Hola, Tumbaíto.
Sí, el "sensus divinitatis", que también está en Agustín ("Nos creaste, Señor, para ti..."), en Boecio y en otros Padres de la Iglesia. Al ser una noción eminentemente platónica, quedó oscurecida por Aquino, que prefería inferir a Dios desde el orden de las cosas.
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