No es la educación que yo daría, por ser en exceso emocional. Muestra claros rasgos de fanatismo, que no es otra cosa que el resultado de la impaciencia y de la negación vehemente de la honestidad de la fe ajena cuando contradice a la nuestra. Fenómeno no muy distinto al del ateísmo, el cual parte del supuesto de que 1) nadie es libre para creer (excepto ellos) y 2) el tiempo de las religiones ha terminado.
Afirmáis que una moral sin Dios es posible. Sí, pero sólo a condición de ser doblemente dogmática.
"Cena de Delcy con sorpresa... y la sorpresa era Pedro Sánchez"
Hace 56 minutos
2 comentarios:
Veo que has puesto la quinta marcha de nuevo. Me alegro.
¿Conoces este blog?
No lo conocía, parece sofisticado. Lo examinaré con atención.
El otro día recordaba esto y me hizo gracia.
Publicar un comentario