sábado, 10 de mayo de 2008

Más sobre la belleza


La multiplicación del tamaño de un grato jardín no lo convierte en nada espantoso, ni genera en él monstruos donde no los había. El paraíso terrenal, por ejemplo, es representado como un lugar indefinidamente vasto.

Ahora bien, si el juicio estético sobre una mariposa varía en función de su magnitud, no es por la magnitud en sí, sino por la disminución del efecto de condensación o armonía, una de las cuatro reglas que he citado. La ampliación microscópica de este animal hace que perdamos la perspectiva adecuada bajo la cual se lo considera bello.

Si sucediese al revés, es decir, que un objeto feo se embelleciera al ampliarlo, no sería atinado cambiar nuestro juicio a propósito del mismo, pues se supone que el objeto a evaluar debe tomarse siempre "in toto" y no exclusivamente desde una de sus partes.

Y si, en fin, resultara que algo deviene menos desagradable por el mero hecho de reducirlo, habría que concluir que la causa es la regla de la acumulación, esto es, el estímulo simultáneo y en distintas direcciones de nuestros sentidos, hasta llegar a la percepción inconsciente. La belleza, en efecto, "es el comienzo de lo terrible que todavía podemos soportar" (Rilke).

2 comentarios:

Terzio dijo...

Sí.

Y es Rilke el que también dice que "...todo Ángel es terrible"

'

Unknown dijo...

Pudiera ser que valoremos como bello aquello que previamente hemos conocido o, al menos, imaginado, y por lo tanto le hubiéramos otorgado una categoría. Habremos establecido con el objeto que calificamos como bello una relación subjetiva, en la que su tamaño sería un elemento inmediato. A la mariposa gigante llamaríamos monstruosa, quizá por un temor innato a lo desconocido. Pero si el jardín siguiría siendo juzgado como bello aunque su tamaño se multiplicara (siempre que siguiera guardando las adecuadas relaciones entre sus elementos), tal vez sea porque no tenemos una idea previa del tamaño “adecuado” de un jardín y también a que no lo contemplamos en su conjunto. Pero, ¿seguiría siendo bello un jardín en miniatura? ¿Le seguiríamos llamando jardín?