domingo, 2 de diciembre de 2007

Desheredadas


Las mujeres han sido completamente insignificantes como sujetos creadores en la historia de la cultura. Ni la filosofía ni la teología ni la legislación ni la música iban a perder apenas nada si redujéramos sus producciones a las del sexo masculino. Hasta aquí el molesto hecho. Lo que suele seguirle en estos casos es su inane digestión ideológica.

Apelar a los sempiternos condicionantes sociales resulta ridículo, pues el genio sabe y suele pasar por encima de ellos, hallándose su figura tanto en los aristocráticos aposentos como en las chozas de las clases humildes. Pero no es preciso que retrocedamos a la noche de los tiempos: ved el número de Nóbeles concedidos a mujeres en relación al total; contemplad el número de artistas mujeres o el de científicas de primera línea en el pasado siglo. Habla por sí solo.

La observación, si es válida y representativa para lo pequeño, esto es, para el reducido número de personajes sobresalientes, habrá de funcionar también en lo grande, en el común de la humanidad. Obtendríamos así que la mitad de nuestra especie sobreabunda en mediocres congénitas cuyas habilidades para comprender lo que las rodea se encuentran disminuidas. No sé si existe una explicación evolutiva para una conclusión tal, lo cual no obsta para que su evidencia brille, por poco que se la medite.

Con esto, en fin, no quiero dar a entender que las mujeres carezcan de luces, aunque sí sostengo que andan faltas de amplitud y profundidad de espíritu. Tienen el vulgarísimo vicio de personalizarlo todo y alternan de la peor manera la credulidad con la cerrazón. Si bien rápidas de pensamiento (como rápido es el movimiento de una estructura ligera), se ahogan en un vaso de agua; son incapaces de separar lo axiomático de lo accesorio y, al someterse al esfuerzo intelectual sobre materias abstractas, recaen en devastadoras neurosis.

Siendo proclives al apasionamiento y naturalmente ignorantes de sus limitaciones tienen, pues, que ser sujetadas. Que la mujer, desde la igualdad jurídica, obedezca los mandatos razonables del hombre -por regla: de cualquier hombre- no debe contemplarse como una premisa de dominación coactiva o enajenante, sino como una consideración práctica en atención a la máxima eficiencia del grupo.

11 comentarios:

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

¿Quienes son las personas que "andan faltas de amplitud y profundidad de espíritu. Tienen el vulgarísimo vicio de personalizarlo todo y alternan de la peor manera la credulidad con la cerrazón. Si bien rápidas de pensamiento (como rápido es el movimiento de una estructura ligera), se ahogan en un vaso de agua; son incapaces de separar lo axiomático de lo accesorio y, al someterse al esfuerzo intelectual sobre materias abstractas, recaen en devastadoras neurosis"?
A la vista de los contenidos de este blog, los que los escriben encajan muy bien.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

No espero que nadie me elogie por haber escrito esto. Ya es una victoria para mí el que se me lea y se me soporte.

Evocid dijo...

Un argumento a favor del liberalismo: desactivar posturas como esta.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Con argumentos y, a poder ser, sin la ayuda subsidiaria de guillotinas.

Evocid dijo...

Básicamente hay dos grandes grupos de modelos de sociedad. El socialista y el individualista. No empleo aquí las palabras en su sentido corriente, sino que llamo socialista a cualquier modelo que prime a la sociedad sobre el individuo y individualista al que haga lo contrario.

Los modelos liberales son por necesidad individualistas (no tiene sentido hablar de "libertades colectivas).

En un modelo individualista, cada persona encontrará su lugar en la sociedad por sus propios medios, y no encasillandose en una realidad social preconcebida (la que tu presentas)

Por tanto, el liberalismo es un antídoto contra posturas segregacionistas como la tuya.

Y sin guillotinas :)

GoN dijo...

"En un modelo individualista, cada persona encontrará su lugar en la sociedad por sus propios medios, y no encasillandose en una realidad social preconcebida (la que tu presentas)"

JA ! "Encontrara su lugar" JA !

Que bueno, la sociedad paradigma de lo liberal es EEUU, Si las proximas elecciones las gana Hilary Clinton, los ultimos 4 presidentes de ese pais pertenecerian a solo 2 familias, ya sabemos que lugar le toca a cada cual.

Ja !

De lo de las mujeres ... de donde te has sacado tu todas esas ideas ? Seguro que las puedes aplicar a los zurdos tambien, no ? y a los negros ?? a los jitanos ??

"Apelar a los sempiternos condicionantes sociales resulta ridículo, pues el genio sabe y suele pasar por encima de ellos"

Con un par ! Esto vale sobre todo para los genios que efectivamente han pasado por encima de los condicionantes historicos, que curiosamente son los que han pasado a la historia, coincidencia? Cuantos genios habra habido que nunca trancendieron ?

Salud !

Evocid dijo...

¿De donde vienes?

Manzanas traigo

Sursum corda! dijo...

irichc:

Si pretendías que nadie te elogiara por tu post, lo has conseguido. Sin duda.

Si te dieras una vuelta por muchas aulas universitarias, por departamentos de investigación, servicios hospitalarios, sedes de empresas o cualquier otro lugar hasta la cadena de montaje más básica, verías que algo falla en tu argumento.

Definitivamente no aprecias a las mujeres en nada ni físico ni mental. Una pena. Te hará la vida mucho más difícil negarte a ver la realidad.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Gon:

Cuantos genios habra habido que nunca trancendieron?

A qui és viu ningú l'enterra, decimos por aquí.


Sursum:

No tengo nada personal contra las mujeres, con las que convivo a diario, y que son capaces de suscitarme vivos sentimientos de afecto. Pero allí donde empieza la filosofía termina la compasión. Estoy influenciado por la lectura de Weininger y su llamada a recuperar al genio, último objetivo de la recuperación del sujeto, nuestra tarea filosófica pendiente. Añado que cuando hablo de mujeres me refiero más a lo femenino psicológico (dada nuestra naturaleza bisexual) que a lo genital, aunque suelan coincidir.

Otro resorte que me mueve a atacarlas es mi desprecio por el feminismo y el progresismo abortista. Es en este sentido algo meramente estratégico: si se destruye la idea de su igualdad moral, toda discriminación positiva hacia ellas tenderá a redefinirse o a suprimirse.

Por último, soy cristiano y éste es un blog sobre los primeros capítulos del Génesis. Creo en la visión antropológica asimétrica que da la Biblia respecto a hombres y mujeres. También creo que todo individuo está más allá de cualquier reduccionismo biológico o de especie, lo cual no impide que me permita generalizar.

Carlos López Díaz dijo...

Hay que reconocer que te importa un pimiento lo que piensen los demás, virtud con la que simpatizo, incluso cuando lleva a defender opiniones equivocadas. Como creo que es el caso. Pienso que el error de tus observaciones se encuentra precisamente en el momento en que dices que, si son válidas para los personajes sobresalientes, deberán serlo también "en el común de la humanidad".

No es así. Muchos estudios indican que hombres y mujeres tienen por lo común capacidades intelectuales muy similares. Otra cuestión son sus intereses y motivaciones: aquí las diferencias son más notorias, y no siempre hablan a favor de los hombres: obsérvese el predominio absolutamente abrumador de la población penitenciaria masculina sobre la femenina en todo el mundo, por poner un solo ejemplo.

Ahora bien, esta igualdad del término medio no es en absoluto incompatible con la superioridad estadística de un sexo sobre otro en los grupos más dotados. Así, por ejemplo, dentro del grupo de estudiantes con mejores puntuaciones en matemáticas, el porcentaje de hombres es aplastante.

Esto quiere decir que, probablemente, ni tú ni yo seamos mejores como matemáticos que cualquier mujer tomada al azar del mismo nivel de instrucción, por mucho que en los niveles más competitivos de esa ciencia, prácticamente sólo encontramos hombres.

Y desde luego, que las mujeres deban ser "sujetadas", no se sigue en absoluto de lo anterior. Que haya habido muchos más matemáticos o músicos geniales de sexo masculino, no implica para nada que éste se conduzca con más acierto en la vida que el femenino. Porque muchos grandes genios tenían una vida personal desastrosa. Tu generalización me parece, en resumen, además de lógicamente defectuosa, empíricamente insostenible.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Para qué negarlo, cld, este escrito está apenas argumentado y encaja mejor en una discusión misógina de mesa camilla que en un blog de filosofía. Para encontrar las motivaciones de asertos tan graves habría que rebuscar en textos anteriores, cosa que puede hacerse tirando del ovillo de la categoría "Eva".

Mi experiencia personal también me dice que las mujeres odian la verdad tanto como aman la apariencia. Resultan muy decepcionantes, salvo que se busque en ellas recreo erótico o consuelo pasajero. Hay excepciones, casos límite y solapamientos (por ejemplo, en cierto tipo de hombres afeminados), pero no pesan lo suficiente para hacerme cambiar de opinión.