jueves, 20 de diciembre de 2007

Tiempos modernos


Comento por encima:

El misterio ha quedado finalmente resuelto. El culpable es Voltaire o, mejor dicho, Bacon incluso. El Mal es la Ilustración, el proyecto de autonomía del hombre. Autos-nomos, el darse el hombre por sí mismo sus propias leyes, en vez de recibirlas de Dios, o de sus subrogados y ministros (la «Naturaleza» y la Iglesia jerárquica), ahí reside la Culpa inexpiable. El Enemigo (en el sentido preciso de las Escrituras) es la razón que prescinde de Dios, la razón que trabaja iuxta propria principia, la razón que razona, en definitiva.


Los propios principios de la razón no pueden ser aquellos dados por el hombre a sí mismo, como se afirma al comienzo del párrafo. Por tres motivos: 1) el hombre es a menudo irracional; 2) no existe hoy un movimiento universal llamado humanismo desde el que se pueda apelar a una razón común (aunque existió y fue cristiano); y 3) la razón carente de fundamento último puede defenderlo casi todo.


A eso se llega, inevitablemente -Ratzinger dixit- si el hombre, en sus relaciones con la naturaleza y con los demás hombres (ciencia y política), se comporta como si Dios no existiera, es decir, si toma en serio la propuesta de Grocio que salvó a Europa de la autodestrucción de las guerras civiles de religión: Etsi Deus non daretur. Precepto, por lo tanto, que es -históricamente hablando- la única auténtica e indiscutible raíz de Europa.


Ojalá Marina y amarinados leyeran a sus fetiches y se cohonestaran con ellos en lugar de conferirles extravagantes títulos honoríficos. Resulta destacable que el mismo autor que elogia a Grocio y lo nombra padre de la patria europea empiece su artículo escribiendo "ley natural" entre comillas ¡nada menos que un par de veces! Barrunto que los ateos positivistas han de estar muy perdidos cuando hallan a sus precursores entre los creyentes iusnaturalistas del siglo de Leibniz, a fuerza de travestirlos.


La propia Iglesia parecía -no sin razón- avergonzarse de su pasado «constantiniano» y de sus anatemas contra la ciencia, el liberalismo, la democracia.


La Iglesia contemporánea se nos aparece llena de miserias. Pero si le queda algún título de gloria cosechado recientemente es el de haber condenado antes que nadie a estos tres monstruos: el cientificismo, la democracia parlamentaria y cualquier clase de populismo coyuntural. No hay desgracia en los últimos cien años que no debamos a alguno de ellos o a su acción combinada.



Una mujer que escoge el drama del aborto es tan culpable como el soldado de las SS que arroja a un niño judío al horno crematorio.


No: la mujer es peor. El soldado tal vez obedece órdenes y se expone a un consejo de guerra si las desacata. Ahora bien, nazi y todo, es probable que se insubordinara y asumiera el riesgo en caso de que lo obligasen a matar a su propio hijo. Gajes de la "ley natural", a la que -visto lo visto- las mujeres deben de estar menos sujetas de lo que lo están los propios bárbaros, siempre que encuentren un drama como excusa.



La modernidad aspira a cimentar la existencia del hombre en el binomio razón + libertad


Esto no es más que falsa consciencia. No hay ningún siglo que se haya visto a sí mismo como irracional y esclavo. Casi todos se creen por encima de los precedentes, y tanto más convencidos están de su omnipotencia cuanto mayor es su ignorancia del pasado.

En cuanto a la libertad, ésta se ha predicado siempre de los iguales de casta o de clase, de los compañeros de secta o de aquellos que comparten nuestra moral (Filón escribió que "todo hombre bueno es libre"). No pertenece, pues, a la Ilustración; ni la Ilustración al conciliábulo de los ateos.




4 comentarios:

Alejandro dijo...

cito:
"3) la razón carente de fundamento último puede defenderlo casi todo."

Eso es un arma de doble filo don
Irich (dice menos de lo que parece); Debo suponer que:

"No hay ningún siglo que se haya visto a sí mismo como irracional y esclavo"

También es un arma de doble filo. Se podría extender a los hombres.
Y finalmente:

"1) el hombre es a menudo irracional"

Es otra arma de doble filo.
Un consejo de guerra puede ser un juego infantil, como toda politica.
En la naturaleza hay animales que se comen a sus crias y no por ello son menos naturales.
Es un lujo ser racional, pero un lujo posible. Han habido otras entidades fuera de la iglesia que han críticado los monstruos que cita y no por ello reclaman alguna autoridad...

PD: Cuando comento algo acá suelo terminar preguntandome si dije o no dije nada...

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

La razón desprovista de fundamento último puede justificarlo CASI todo. Pero la razón CON fundamento último, puede justificarlo TODO.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

La fe es pintiparada para un inmoralista, entonces.

Juan dijo...

Ojeando tu maravilloso blog, del que estoy encantado haber encontrado por casualidad pero que recomendaré, veo que haces una alusión a J.A. Marina.
A propósito,
¿Has leído el libro: "Por que soy cristiano"?. Me pareció muy interesante.
Muchs gracias por tu blog.