miércoles, 11 de junio de 2008

Postanimalidad


El ateísmo es incapaz de hacer prosélitos por la sencilla razón de que es un constructo intelectual destinado a justificar una época a la que difusamente nos referimos como modernidad. No los hace porque ya los tiene hechos: son los hombres felices, los "espíritus fuertes" hijos de la emancipación de las ciudades. Como sublimador del "progreso" y de la "esperanza en el hombre" el ateo sólo puede explicar el mal desde la perspectiva de la animalidad, que es actualmente la darwinista. No sabe ver que el mal está en la postanimalidad misma, en la humanidad, porque no la conoce.

Si el animal y el hombre pueden distinguirse en algo de manera permanente, es válida su diferenciación categórica, como de hecho ya existe en nuestro idioma. Ver al hombre como un animal sin más es el primer paso para empezar a ver a los animales como hombres. Lo que para vosotros es un corte impreciso y una frontera borrosa, para mí es un abismo. Ningún animal fuera del hombre siente vergüenza, y éste es un rasgo perenne, no sujeto a selección natural. Quien crea lo contrario sitúa al hombre sin mácula no al principio, como hacemos nosotros, sino al final de un proceso histórico purificador que termina necesariamente en apokatastasis.

Habéis cambiado a San Agustín por Orígenes. Con vuestro pan os lo comáis.

29 comentarios:

Atilio dijo...

Cometes un grave error cuando dices al comienzo que el ateísmo no crea prosélitos. Tendrías que salir mas seguido.
En cuanto al resto, disculpa que te diga que no merece continuar.
Estás claramente encandilado por las palabras y por un mundo imaginario.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

El ateo cree que la naturaleza es inmoral o amoral y que en la razón está la clave de toda ética. Yo opino que la naturaleza es moral (aunque irreflexiva) y la sola razón inmoral o amoral, ya que no sólo no nos defiende del mal, sino que nos sirve para justificarlo. Es algo en lo que jamás nos pondremos de acuerdo y no, como opinas, un mero juego de palabras.

Existe un ateísmo que de manera antojadiza asume que los comportamientos más racionales son los que perduran. Se convierte al evolucionismo en un utilitarismo ontológico que descuida completamente el carácter irracional del hombre.

En cambio, para presuponer moralidad en la misma naturaleza -y no sólo en sus productos evolutivos- es necesario vincularla a fines, aunque no necesariamente sean fines antrópicos, sino genéricos (perseverancia, aumento, influencia, etc.). Al tiempo que para acusar a la razón es preciso atacar nuestra condición de racionales, cuya integridad está quebrada por un desvío voluntario y antinatural tan persistente como misterioso, y no por una falta de reflexión que sería propia de lo animal que hay en nosotros.

El título de este blog, frustración voluntaria, se refiere a dicho desvío, también conocido como pecado original.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

He dicho que los ateos no hacen prosélitos en base a que desarrollan una actitud positiva a partir de una creencia negativa. Por tanto, dicha actitud no se apoya en la creencia, en la especulación intelectual, sino que es en sí especulación antropológica e histórica soterrada. No creer en Dios implica creer en cierto tipo de hombre: un hombre sin culpa, naturalmente perfectible, moralmente autónomo. Ese hombre no existe, y de ahí la importancia de denunciar la fe epocal del ateo.

Heracles dijo...

Un saludo hombre!.
Su posición es tradicionalista y reaccionaria, que ya en la modernidad decía: "Si la filosofía moderna —y la conciencia moderna, en general— está realmente vacía, es porque le falta Dios." A esa afirmación que, no le falta “formación filosófica”, adolece en cambio de picores, y no tiene “sabiduría filosófica”, —aunque, por lo demás, esta Sabiduría sea tan sólo la fuente de la que ha de resultar un torrente de enigmas filosóficos para los creyentes que sí la tienen. Los “espíritus fuertes” no son los ateos, sino los que “saben” “obedecer”; usted parece el señor de la Indiscreción y la Temeridad, aquellos que “fabricaban ideales en la tierra”. Además no se muestra conocedor de la naturaleza ni de los “animales”; es lógico cuando apela en ese punto a la reducción categórica tradicional científica; se ve también que no ha educado a ningún animal, pues si no hubiera visto esa vergüenza que niega en ellos. De purificaciones los ateos sólo entienden lo que la teología viviente les ha obligó a vivir (revivir como ritual para ellos, para usted).

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Un saludo, Heracles.

¿Cuántas veces hemos escuchado que la moral humana tiene un "asidero biológico" y que los grandes simios y otros mamíferos ya muestran comportamientos altruístas que, a otra escala, se reproducen en nosotros? Muchas veces, al menos yo. Pues bien, es una mentira insultante. En primer lugar porque no hay moral sin consciencia. Llamar moral al instinto y a las "pulsiones simpáticas" es tan arbitrario como postular que los átomos de una piedra tienen un código ético por el que se mantienen unidos. En segundo lugar, porque el hombre tiene la facultad y tendencia de actuar contra natura incluso cuando ello perjudica su interés. Y, en tercer lugar, porque la educación y el ambiente son capaces de desdibujar casi por completo nuestras inclinaciones más fuertes, como el amor al prójimo o el amor propio.

Por último, señalar que los animales no sienten vergüenza, sino que dan muestras de sumisión, a lo sumo. La vergüenza es el sentimiento de estar por debajo de uno mismo, mientras que los animales carecen de yo y, por ende, de punto de referencia para evaluarse en términos morales.

simbol dijo...

“El ateísmo es incapaz de hacer prosélitos por la sencilla razón de que es un constructo intelectual destinado a justificar una época a la que difusamente nos referimos como modernidad.”

No lo creas. Sucede que nuestros misioneros trabajan de manera distinta los tuyos. Escriben, dan conferencias y producen conocimientos que los enfrentan a ustedes. Agrega además que desnudar las religiones es mucho mas peligroso que difundirlas y los lugares donde no expones la cabeza al hacerlo, son muy contados. Mira los casos de Van Gogh, Rushdie y Hirsi Ayaan. El otro problema es que no queremos convertir a la gente a nuestro credo, sino a que no nos jodan, por lo que nos conformamos con la tolerancia religiosa y la separación entre religión y estado En eso hemos tenido un éxito razonable que de paso ha ayudado a tu religión cuando es minoría.

Nos otorgas mas potencia que la que tenemos al hablar del constructor intelectual. La expansión del espacio de los librepensadores es mas el resultado de la naturaleza y comportamiento de las religiones que del trabajo de los ateos. La incapacidad congénita de las religiones para dar respuestas correctas en la explicación de la naturaleza, su dogmatismo genético, y su apadrinamiento de la persecución y la crueldad contra sus propios correligionarios y contra los de diferentes credos nos han hecho un gran favor. Y nos lo siguen haciendo.

“Ningún animal fuera del hombre siente vergüenza, y éste es un rasgo perenne, no sujeto a selección natural.”

Ningún animal fuera del hombre aprende a multiplicar.

Y la razón es la misma que en el caso de la vergüenza. Demuéstrame que la vergüenza es absolutamente independiente de la biología, pero no con un discurso filosófico sino con un par de “papers”. Si no puedes hacerlo no hagas afirmaciones biológicas sin bases.

“Si el animal y el hombre pueden distinguirse en algo de manera permanente, es válida su diferenciación categórica, como de hecho ya existe en nuestro idioma. Ver al hombre como un animal sin más es el primer paso para empezar a ver a los animales como hombres.”

Échale la culpa a Linneo, quien si mi memoria no me traiciona, era cristiano e hijo de un pastor. En su clasificación incluyó al hombre dentro de la familia de los primates. Te va costar dios y su ayuda salirte del grupo, porque tus genes te lo impedirán.

Si te sirve de consuelo, llámate “el animal mas avanzado cognitivamente”

“Yo opino que la naturaleza es moral (aunque irreflexiva) y la sola razón inmoral o amoral, ya que no sólo no nos defiende del mal, sino que nos sirve para justificarlo.”

Me imagino que esta afirmación sólo sería aceptada en la casa del Panteismo. Yo por si acaso me mantengo lejos de los materiales radiactivos, no sea que el uranio no tenga una clara concienca de que es lo bueno y lo malo. Y en cuanto a la razón, entiendo que esa señora tiene una alergia natural hacia las religiones porque son sus opuestos.

Si el mensaje es que las religiones son necesarias para que el hombre se porte bien, eso va a depender mucho de que aconsejen las religiones. Pero aun si aconsejaran bien, no serían mas que una medicina. O como tu dirías: un “constructo” conveniente.

Algunos funcionan, pero el tuyo lo veo inviable. En la definición de un “constructo” razonable, Samuel e Ibrahim harían muchas preguntas difíciles de responder.

simbol dijo...

"En primer lugar porque no hay moral sin consciencia."

No habíamos quedado en que (en tus propias palabras):

"Definir consciencia tiene que ser una de las tareas más difíciles que se haya propuesto la filosofía. Hasta que no lo logremos este debate cojeará."

Puesto que no "hemos" definido la consciencia, de qué estas hablando?

Y en cuanto a tu esperanza de que la filosofía pueda definir la conciencia, puedes estar seguro de que te quedarás "Esperando a Godot"
Mejor suscríbete a una revista científica.

Heracles dijo...

Bien. Decir que la moral requiere condición de consciencia es aún más arbitrario, todo lo que se llama moral, se lo referiría en realidad a un a priori inconsistente, es decir, una capacidad selectiva psicológica que no conocemos; y creo que convendrá que los animales también son capaces de desarrollar cierta psicología; las condiciones en las que el hombre se inventa los juicios de valor morales han ido por el camino de conseguir una medicina, un estímulo, o un freno; por eso la adquisición de cualquier moral, históricamente, salvo algunos rituales muy “sofisticados”, se ha producido bajo un estado inmejorable de inconsciencia individual o colectiva sujeto a “impulsos” quinestésicos. Precisamente esa es la “contranatura” de la que habla, en el hombre.
Yo sin embargo veo la fuerza que “mueve” el mundo en los que “saben” obedecer, no en los que renuncian a “su” “ideal egológico”.
Y en fin, la”vergüenza” en los animales se les inculca a base de la repetición de ciertas acciones, como a cualquier mamífero; no porque no hablen tenemos derecho a decir que sus acciones carecen de referentes; igual que un lobo sólo ataca a un hombre en los libros, el hombre sólo cree respirar el aire que él mismo se da.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Simbol:

. Sólo el agnóstico puede convencer. El ateo sólo es capaz de desanimar.

. Hay un porcentaje mucho mayor de cristianos perseguidos y mártires que de ateos en situación análoga. No es que los ateos seáis más cobardes, sino que sois un pseudogrupo, una denominación extrínseca por la que se designa a una variedad heterogénea de metafísicas aunadas por la apología de "la modernidad" (a la que os referís con nombres como "progreso", "ilustración", "ciencia", "democracia", "humanismo", etc.).

. La aritmética requiere aprendizaje, los sentimientos no. Y, aunque no multiplicar, los animales sí saben contar.

. Dije que definir la consciencia era una tarea difícil. Tal vez sea imposible. Definir es separar y distinguir partes en un todo, pero la consciencia es, como la percepción, un fenómeno unitario en sentido fuerte, esto es, inescindible e incomprensible cuando se analiza. La diferencia entre percepción (común con los animales) y consciencia (propia del hombre), si se me pregunta, es que la primera refiere a un objeto acotado y la segunda a todo el universo en relación a mí.

. Somos animales por el anima, o sea, por el grado de espontaneidad de nuestros actos ordinarios. Pero no lo somos por lo que ya he comentado en el punto anterior.

Atilio dijo...

Efectivamente, la consciencia sera fatalmente definida por la ciencia. La filosofía tuvo varios milenios de tiempo disponible y no lo logró.
En el transcurso de tu vida, esperemos, todo este tema se clarificará finalmente.
Comienza a ahorrar ahora y no compres mas libros de filosofía.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Tradicionalmente se asociaba al ateo con el "libertino", pero ni todo inmoralista es ateo, ni todo ateo es inmoralista. Tenemos que ser justos y encuadrar el ateísmo allí donde mejor corresponde, es decir, en ninguna parte. Tan relativa es la condición de ateo que podría darse en un creyente, si creyese sólo a condición de que mañana no iba a descubrir algo que lo desengañara. Creer sub conditione, cuando esas condiciones dependen de algo más (o de algo menos) que de la razón pura, equivale a no creer.

El ateo hace del escepticismo un credo y de la duda una razón de ser. No convence a nadie pues, como ha escrito simbol, le basta con que no intenten convencerle.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Heracles:

La vergüenza en el hombre es innata, como los estornudos. Ahora bien, me pregunto:

1) Si la vergüenza es una característica ventajosa, ¿por qué nos sirve de tan poco a la hora de evitar el mal? ¿Por qué es un "instinto" tan débil?

2) Si no es ventajosa, ¿por qué no se extingue en ninguna generación de hombres?

3) Si es indiferente, ¿por qué es común a toda la humanidad?

Atilio dijo...

La vergüenza es el resultado de condicionamientos culturales. Es tan obvio que me da vergüenza (ajena) decírtelo.
El estornudo es un acto reflejo defensivo del sistema respiratorio que puede tener varios orígenes.
Tienes razón cuando dices que un creyente que descubra algo que lo desengañen mañana seria como un ateo. Es mas, ser razonable es una precondición de ser ateo. Lo opuesto, la fe ciega, es una irracionalidad basada en problemas cognitivos o condicionamiento cultural también.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Los animales no sienten vergüenza, aunque tampoco la necesitan, pues no suelen contrariar el principio de conservación de su especie. Nosotros sí. Nos deleitamos con la desventura ajena, obramos mal a sabiendas y nos arrepentimos pese a que no hayamos aprendido nada nuevo desde que actuamos incorrectamente.

Spinoza, a la vista de estas aporías, concluyó que el hombre no debía arrepentirse nunca para no ser "dos veces miserable". El arrepentimiento -que ningún animal experimenta- es un vestigio de irracionalidad genuinamente humana.

Atilio dijo...

Los animales no sienten vergüenza porque no tienen los condicionamientos culturales que dieron origen a la vergüenza humana. Y no tienen tal sistema porque su sistema neuronal no es tan desarrollado como el de los hombres.
Yo no estaría seguro al afirmar que los primates superiores no sienten vergüenza. Ciertamente hay muchos actos en los que así parecen y recientes estudios ("Primates y filósofos", Franz De Vaal) indican que si lo sienten. (Antes que me vengas con una afirmación vacía, esto es, basada en pura especulación, déjame decirte que De Vaal acaba de pasar 35 años entre primates antes de publicar su libro y no creo que unos segundos de reflexión "filosófica" sean suficiente para contradecir tales estudios. Allá tu si tienes la desvergüenza de ignorar el rigor de la ciencia a cambio de la auto complacencia).
En cuanto al resto de lo que dices, son conductas humanas perfectamente comunes dentro de los parámetros culturales que hemos creado.
En mi opinión estas repitiendo cosas obvias: "los animales no tienen vergüenza", tampoco multiplican, como dijo Simbol, ni cantan opera, ni escriben en blogs. Y que?
"Nosotros sentimos vergüenza", si, pero no corremos detrás de cebras como los leones ni nadamos en las profundidades cazando al calamar gigante como hace el cachalote.
Y que?
Hay dos maneras de ver el titulo de este post: "postanimalidad".
Una seria complaciente, admitiendo que hemos dejado el nivel de los animales en general. Y esto podría ser aceptable bajo ciertas condiciones. Toda la ciencia esta detrás de esta interpretación del termino.
El otro sería el mágico, el estado por el cual habría solo dos verdaderas especies de seres en el planeta tierra. Una especie son los animales que van de insignificantes ejemplos de vida hasta criaturas majestuosas cuya belleza y performance nos maravillan.
El otro seria un ser creado por pases de magia de un ente superior invisible y por el cual no hay ninguna prueba y muchas discrepancias sobre su nombre, deseos, características o mera existencia. Tales discrepancias provocan y han provocado que sus criaturas se maten entre ellos.
Esta criatura tiene todo igual que los animales, sin embargo, no es como ellos. Posee un alma que adolece de los mismos problemas que el ser superior: nadie la ha probado ni visto, no se saben bien cuales son características, etc.
Y, evidentemente, se preocupa demasiado con fantasías cuya existencia depende de tener un sistema nervioso altamente desarrollado. Y aunque permanentemente encontremos pruebas que el hombre no es diferente de los animales esta posición se emperra en decir que es diferente.
Yo me quedo con la primera. NO solo es la correcta y la montaña de evidencia lo prueba, sino que es la que te explica también el porque pierdes tanto tiempo en especulaciones que te llevan a afirmar que los real no existe y que lo imaginario si.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

El darwinismo ha resucitado filosofías obsoletas como las pananimistas, que defienden que existe una continuidad entre la percepción o reflexión de todos los seres, al proceder éstas de los mismos patrones físicos modificados por la selección natural. Así, si el hombre siente vergüenza, tiene que haber una vergüenza animal de la que aquélla sea desarrollo y expresión variada.

Sin embargo, esto es falso. Sí hay novedad en los fenómenos del espíritu, que no se siguen necesariamente de un sustrato corporal que actuaría como causa. Lo vemos claro cuando retrocedemos a las formas más simples de vida, de las que tú mismo has dicho que no sienten vergüenza alguna. Si hay un momento en la evolución en el que determinada especie, humana o no, empieza a sentir vergüenza, entonces la vergüenza no es una cuestión de grado como puede serlo la consciencia. En ese caso dicho sentimiento no podría reducirse a condicionantes materiales, ni por supuesto culturales, salvo que se crea que la cultura es algo radicalmente distinto a la naturaleza.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Y no es que tenga nada contra tu Franz De Vaal, pero considero que debería molestarse en definir vergüenza si quiere que sus conclusiones vayan a alguna parte.

Mi observación particular sobre este tema me conduce a sostener que la vergüenza no se aprende, encontrándose en los niños a muy temprana edad (más o menos desde que alcanzan lo que los psicoanalistas llaman el "estadio de espejo"). Lo que distingue a la vergüenza del miedo es que éste es una repulsión frente a lo exterior, mientras que aquélla es repulsión frente a uno mismo, frente al ser consciente. Acéptese que la consciencia es ilusoria, como señalabas en otro comentario, y no habrá modo de distinguir estos dos sentimientos.

Atilio dijo...

Me alegro que aceptes la posibilidad de algunos puntos (consciencia subjetiva ilusoria).
Una paloma no siente vergüenza pero un gorila si (o su expresión mas primitiva y simple), Porque? Porque el cerebro del gorila esta mucho mas desarrollado y vive en una banda con reglas de conductas y jerarquías que le imponen comportamientos, igual que nosotros.
Lo que realmente me sorprende es que no aceptes que la vergüenza es el resultado de la cultura y esta un producto de la evolución.
El sentimiento de falta de adecuación, vergüenza, solo puede existir si hay una noción previa de adecuación. Esto sucede en niños muy pequeños como bien señalas. No veo donde estaría la "substancia misteriosa" de la vergüenza.

Petrusdom dijo...

Como observo tu gran preocupación sobre el ateismo y los ateos, debes saber que el Rey Abdullah de Arabia Saudí también lo está. Puedes comprobarlo en esta página:
http://www.secularism.org.uk/saudikingwantsmonotheismstounite.html

Saludos cordiales.

simbol dijo...

Te pedí que presentaras un par de estudios para sostener tus tesis, y solo has presentado las opiniones del Psicólogo Daniel.

Aquí tienes dos estudios que contradicen tus opiniones de aficionado. Al menos lee el que no hay que pagar, y si te parece muy largo lee el índice y las primeras páginas del que es gratis.

En todo caso, en la página 99 del segundo estudio se define “Shame” (vergüenza) y se establecen hipótesis sobre sus posibles explicaciones y se afirma su presencia en otros primates.


ESTUDIOS

1.- http://www.sciencedirect.com/science?_ob=ArticleURL&_udi=B6VD4-4H9YC5S-1&_user=10&_coverDate=04%2F30%2F2005&_rdoc=1&_fmt=high&_orig=browse&_sort=d&view=c&_acct=C000050221&_version=1&_urlVersion=0&_userid=10&md5=ef0517113e8ece7cda83ea0e055ac48f

2.- (gratis)

http://books.google.com/books?hl=en&lr=&id=OM3HMheFZHkC&oi=fnd&pg=PA99&dq=shame+in+primates&ots=txd_NitSU9&sig=mY_xJB5expPrk3zQ2t4CBmlp8uM#PPP1,M1


Si antes de lanzar alegremente tus teorías, te molestaras en hacer una breve investigación preliminar, no pasarías VERGUENZAS, y no ahorrarías mucho trabajo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Atilio:

La vergüenza no es el sentimiento de inadecuación a un contexto, sino a uno mismo, en tanto que la autoimagen del "yo" siempre es ideal y está escindida por el principio de realidad. Hay inadaptados que no experimentan vergüenza, y personas que sufren bochorno a pesar de la aprobación general.

¿Cómo explicas, además, que la vergüenza no sea una cuestión de grado como otros afectos, p.ej. la agresividad o la concupiscencia observable en todos los animales?

Petrusdom:

He leído una pulla contra Bush en tu blog. Me ha recordado a Chávez.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Simbol, te agradezco el detalle. Cuando termine mi jornada laboral prometo echar un vistazo y comentar.

Atilio dijo...

La vergüenza (y la ausencia de) tiene múltiples orígenes aunque podríamos concentrarlos en dos: los "culturales" (todos los problemas psicológicos dentro) y la "patológica" (todos los problemas biológicos dentro).
Cuando la definí como el sentimiento de inadecuación lo que hice fue simplificar y referir a la vergüenza mas común. Esa inadecuación es de si mismo en relación a un factor externo. Si quieres usar lenguaje demodé puedes usar el término "yo", a mi no me importa. Pero a ti debería importarte porque distrae tu pensamiento hacia entidades inexistentes, algo que es muy común en tu manera de pensar.
De todos modos, lo que nos interesa aquí es que la vergüenza no constituye ninguna prueba de ninguna condición metafísica superior o diferente del ser humano. Las pruebas están allí. Negarlas es ser necio. Extrapolar a partir de ellas para llegar a la condición única del hombre mencionada arriba y a sus variaciones es, como impliqué, despegar de lo real.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Veamos. Éste es un tema que toca un nervio importante de FV, por lo que no tengo intención de ceder ni un palmo terreno.

No parece que el segundo estudio que ha referenciado simbol (al primero no soy capaz de acceder) se aparte de las argumentaciones aportadas por vosotros, sin más respaldo que la analogía de la que tanto abusa la especulación evolucionista. No pongo en tela de juicio que tengamos un sustrato biológico común con los primates no humanos, pero niego que un primate se avergüence. No estoy solo en esta opinión, como se aprecia en este artículo:

http://www.jstor.org/pss/2744038

Donde puede leerse, y cito:

Even while continuing to emphasize contiguity between humans and nonhumans, primatologists rediscover the uniqueness of humans.

No somos los únicos animales que se reconocen en un espejo, pero sí los únicos capaces de dar a ese reconocimiento una dimensión moral, esto es, de continuidad en el tiempo. La noción del yo exige memoria. Sin ella no hay individuo, y sin individuo no hay moral ni, por ende, vergüenza.

Los animales, pese a carecer de vergüenza, siguen con fidelidad los dictados de la naturaleza que integran su ética, cuyo presupuesto básico, la conservación de la especie, no dista en lo esencial del que funda la nuestra. Mis preguntas, entonces, son:

1) ¿Por qué nos fue dado ser libres, si la libertad o consciencia sólo sirve para extraviarse de lo que la naturaleza establece y para frustrar los fines de nuestra especie? (de nuevo, el título del blog reverbera). No se conteste que la complejidad de nuestro comportamiento lo requiere, como si éste no pudiera ser automático y ciego para ser complejo y eficaz.

2) ¿Por qué la selección cultural no puede menguar siquiera nuestras pulsiones sádicas y antisociales, como demuestra la homogeneidad del crimen y de las conductas inmorales en toda civilización pasada y presente?

3) ¿Por qué somos el único animal que se avergüenza? Porque somos conscientes, se dirá. ¿Y por qué lo somos? ¿Puede explicarse el surgimiento de estas cualidades sin razonar en círculo?

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Quiero subrayar el misterio de que, siendo la consciencia una cuestión de grado, no lo sea la vergüenza, estando sin embargo estrechamente relacionadas y contándose ambas entre las facultades innatas.

El Génesis, el relato que los evolucionistas creen haber refutado en atención a nuestro parentesco con los simios, es irónicamente el texto destinado a truncar la hegemonía darwiniana a través del doble filo de su palabra. En él se identifica el surgimiento de la humanidad postedénica, la única que conocemos, con la aparición de la vergüenza, que a su vez es resultado de la viva presencia de Dios como amenaza.

La vergüenza es así la única irracionalidad que no compartimos con los animales irracionales, la que nos hace estar por debajo de la naturaleza. La virtud y la esperanza, por tanto, nos sitúan por encima de la misma.

simbol dijo...

Ordenemos:

Estábamos en el estadio de probar tus dos afirmaciones, que:

“ (1)Ningún animal fuera del hombre siente vergüenza, y (2)éste es un rasgo perenne, no sujeto a selección natural.”

Te reté a demostrar o al menos apoyar la 2, mediante algunas pruebas independentes. Y no entré a considerar algo importante: que esta afirmación era inconsistente, si a la vez admites la evolución.

Es inconsistente porque si se admite la evolución, se admite que venimos de células eucariotas, de las cuales se derivarn hongos, plantas y animales; y estarías afirmando que estas células ya sentían vergüenza desde su aparición puesto que según tu, es un rasgo perenne. Al emitir esta afirmación estas afirmado también que ciertos peces que nos antecedieron sentian vergüenza y asi sucesivamente, y no incluyo los rábanos que también debería sentir vergüenza según tu proposición . Eso por supuesto es insostenible con que se piense por un minuto. Sin embargo no lo discutí y te pedi que lo sostuvieras con opiniones independientes. No lo hiciste por que no se puede.

Lei con atención tu cita y está sacada de contexto. Si lees todo el texto, los autores nos se apartan de la evolución y ciertamente admiten la “uniqueness” de la especie humana, cosa que nadie pone en duda, porque nadie pone en duda la “uniqueness” de su cerebro frente al de los demas primates. Y me parece válida su afirmación de que esta “uniqueness” es mas compleja de lo que se había pensado en periodos anteriores. Pero como dije, nada agregan que apoye tu opinión, en el sentido de que la vergüenza sea un sentimiento desvinculado del desarrollo del cerebro humano.

El Punto 1, referido a si otros primates sienten vergüenza, no es importante en el debate. Es obvio que un cerebro más desarrollado como el humano pueda tener un espectro más amplio de sentimientos. Se me ocurre por ejemplo que otros primates no tengan la idea de venganza, o que no puedan desarrollar capacidades relacionadas con la estética.

Sin embargo, toda la literatura orienta a que otros primates presentan comportamientos que apuntarían a mostrar que también sienten vergüenza. Y en este punto lo único que quería mostrar era la irresponsabilidad en tus afirmaciones Una posición mas seria te habría obligado al menos a señalar que la presencia de la vergüenza en los primates “no está descartada por los etólogos”.

Un puto final, afirmas:

“2) ¿Por qué la selección cultural no puede menguar siquiera nuestras pulsiones sádicas y antisociales, como demuestra la homogeneidad del crimen y de las conductas inmorales en toda civilización pasada y presente?”

Como de costumbre, sacas un conejo del sombrero.

1) Que son “pulsiones sádicas”? Yo nunca las he sentido.
2) Con base en qué sostienes que estas pulsiones, de existir son generales y permanentes en la especie humana?

Haría los siguientes comentarios:

La violencia que constatamos a través de la historia, tiene diferentes causas, que no tienen que ver con el sadismo, que a su vez es una conducta personal y sobre cuyas causas no elaboraré porque no soy psicólogo. Y además me costaría mucho tragarme que exista algo así como un sadismo colectivo. Las guerras de religión o las de conquista o agresión no tenían en su raiz sadismo personal o colectivo.

Sobre la crueldad no puedo decir si es un instinto y si él está presente en todas o sólo en algunas especies y entre ellas la humana. Lo que si puedo decir es que se puede entrenar a la gente para ser cruel: los Autos de Fé, la propaganda y el adoctrinamiento ideológico son los medios. Y puede ser justificada por intereses “superiores” basados en la fe, el nacionalismo, o las doctrinas de seguridad. Pero eso es otro tema.

Basándome solamente en lo que observo a través de la historia, no me explico muy bien tu pesimismo. Hoy son universalmente condenadas muchas prácticas que eras socialmente aceptables en el pasado. Ya no es aceptable que por órdenes de un dios tribal se masacre a una tribu diferente incluyendo a los animales. Ustedes ya no matan gente por sus ideas religiosas y critican a los que lo hacen. Para mi eso ya es un avance. Y una esperanza.

Atilio dijo...

Que paciencia capo! Simbo santo súbito!

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Simbol, muy brevemente:

1) Cuando digo que la vergüenza es un rasgo perenne quiero decir, y el contexto lo indica, perenne en el hombre.

2) Hay animales que sí ejercen la venganza y tienen nociones de lo estético, no por confusas inoperativas.

3) ¿Te has reído alguna vez de alguien que caía o se golpeaba, al que de nada conocías?

Ya he sintetizado mi parecer sobre el pecado original en el post que sigue a éste, asunto que me interesa especialmente y en el que me ocupo desde hace años. Mi tesis es muy simple: si el mal existe de un modo absoluto, no como mera imperfección, tiene que ser un mal moral; si el mal moral existe, existe la libertad; si la libertad y el mal existen, existen también sus reversos, el bien y el error voluntario; si el bien y el error existen, el darwinismo es falso, ya que éste no tolera ni los fines generales (la evolución es ateleológica y casuística) ni que por principio y de forma innata, por el carácter irreductible del individuo, se atente contra la propia integridad sin razón superior que lo justifique. En pocas palabras, el hombre es, en parte, intrínsecamente irracional, luego el darwinismo es falso.

Por supuesto, queda la opción de negar el mal, que es lo que vulgarmente se conoce como cinismo; sostener que en cualquier acto altruísta late un imperativo egoísta, como pretenden los charlatanes al desvirtuar las palabras. O resta también, tal vez, la derivación de esta solución cínica en un optimismo panglosiano según el cual todo lo que el hombre intenta es por el bien de los genes y de la especie definida en ellos, y todo lo que yerra resulta negativamente seleccionado. Con lo cual, salvo que las circunstancias obliguen a un nuevo comienzo, se progresa siempre hacia lo mejor tanto en la naturaleza como en la cultura.

La refutación del darwinismo, de su suficiencia y completud como teoría (la de su parsimonia exigiría algo más), empieza por cuestionar las asunciones metafísicas que lo sustentan en la sombra. Aunque es cierto que un presupuesto básico no se refuta propiamente, sino que se sustituye por otro que muestre una consistencia mayor con su ámbito explicativo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Paso este comentario al blog.