La poesía en manos de gente irreligiosa es un artilugio infantil y obsceno. El sentimiento despótico de gravitar sobre la lógica. La diseminación de la mentira en el vómito gramatical. Y la visión del mundo -así lo ven los necios- como una perpetua textura abierta.
Pero no podéis llenar vuestro vacío con letras; ni cabéis en ninguna república, demagogos infectos.
miércoles, 23 de mayo de 2007
Faetones
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Fuera entonces los artilugios infectos, inmundos, infantiles de: Joyce, Beckett, Borges, Huidobro, Shelley, Goethe, Heinrich Heine, Nietzsche, Saramago, Lovecraft, Hemingway, Philip Dick, Asimov, Arthur Miller, Marlowe, Joseph Conrad, Lucrecio... Y que se jodan quienes de la literatura gustan, y la literatura misma, pues.
No me preocupan los grandes (ya no hay grandes), sino los pequeños. Toda la cultura pop.
Curioso, algunos de los más grandes son los ateos. ¿No estará la cultura pop infectada de escritores creyentes?
P.S.: En la lista de arriba tampoco ha de faltar: Diderot, Twain, Wallace Stevens...
Publicar un comentario