Examinadas las diversas respuestas, en este y otros blogs, y entendiendo el silencio como denegación, arribo a las siguientes conclusiones:
1) El ateo-tipo no cree en una verdad universal y única, reduciendo tal noción a la certeza que pueden proporcionarnos aquí y ahora los conocimientos académicos vigentes (pero sólo si ajustan a su metafísica atea).
2) La humildad, esto es, el situarse por debajo de algo o de alguien, es una actitud considerada intrínsecamente indigna por dicho ateo-tipo. Consecuencia de 1.
3) Se mantiene una postura esquizofrénica ante lo respetable, dado que no se quiere renunciar al supremo derecho de escarnecerlo todo. Consecuencia de 2.
4) Le resulta imposible o sumamente desagradable al descreído el no hacer acepción de personas en función de la ideología. Consecuencia de 3.
5) El arrojo del ateo redunda, como sucede en la filosofía de Nietzsche, en un enorme "ad hominem". Consecuencia de 4.
Diagnóstico: nihilismo.
Fili Mi, Absalon.m... |
10 comentarios:
Supongo que referirás también las respuestas en los blogs enlazados, y en las que acabás acorralado como el nihilista que sos. Digo, por mor del debate.
Ahí están los vínculos desde el comienzo.
Por cierto, acabo de hablar con una compañera de trabajo, atea también a la que di a leer el texto del que éste es secuela. Lo primero que me ha dicho -exactamente igual que en las anteriores intervenciones de otros ateos- es que no veía claro eso de la humildad. Se confirma que el mío es un buen test para sacar a relucir lo que se oculta: que tampoco se cree en la verdad universal, que debería ser el elemento común ante el que, en caso de contradecir a nuestras convicciones, todos estuviéramos dispuestos a humillarnos.
En fin, aceptar 1) y negar 2) en el pacto es contradictorio, pero tal obviedad no la percibe el lector poco avisado. Reconozco que fue una trampa por mi parte.
Por favor, dado que tiene que soportarte y a sabiendas que, lejos de ser humilde, considerás a las mujeres seres inferiores, considerá la posibilidad de que ella se entere, por ejemplo, de mi blog. En él se te da buenas palizas, y en tu búsqueda de la humildad, eso puede ser muy beneficioso.
Da la impresión de que te quema el debate en las manos si no lo reconduces a la arena donde otros púgiles podrán socorrerte. O tal vez sea sólo un desmedido afán de autopromoción, muy ateo ahora que lo pienso.
Por la compañera no te preocupes, que la tengo medio enamorada.
He dicho "se entere de mi blog", no que deba debatir ni participar en él. Tus otras elucubraciones son ridículas. No soy yo el que la quiere enamorar a la muchacha. Pero dado que tu texto tiene, creo, interesantes respuestas en Razón Atea, ¿por qué no exhibirlas?
Sólo reproduzco lo que me inquieta, Fernando. Sería muy cansado andar peleando por todo.
Por cierto, de las que aparecen en estas poco favorecedoras y ya algo viejas fotos, ¿cuál te parece la más atea?:
http://good-times.webshots.com/
album/556674062PrVYhd
A menos que pongan cara beatífica como las estampas de Teresa de Ávila, es difícil deducir el ateísmo a partir de la belleza. Te puedo decir, sí, cuál de las chicas es la más linda, quitando de la competencia a tu esposa. A mí me gusta la que tiene a tu niña en brazos en una de las fotos.
Ya diste con la atea.
Bueno, es la que más y mejor sale en las fotos. Alguien antes que yo ha dado con la atea.
Ley de vida.
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