La memoria es la medida de la moral.
La moral es la medida de la vergüenza.
La vergüenza es la medida del amor.
El amor es la medida del alma.
Comparad empíricamente, en relación a la congruencia de sus actos, la memoria de una mujer soltera con la de una mujer en matrimonio. Y sacad vuestras propias conclusiones.
PS: A título de ejemplo, las mujeres casadas tienen una inclinación mucho mayor a aceptar elogios sobre su físico que las solteras. Éstas necesitan olvidar su cuerpo (y en especial su rostro) a fin de disponer de él sin someterse. Exigen ser engañadas para engañar. Una mujer guapa ni siquiera tiene consciencia de su belleza, sino de su poder de atracción. Conoce por los efectos e ignora las causas.
viernes, 29 de junio de 2007
Desalmadas
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