1) Que las mujeres se vuelvan cuerdas.
2) Que los hombres no enloquezcan.
En otras palabras, posibilitar la regeneración psíquica y dificultar la degeneración. El resto es Derecho.
PS: En ningún momento he propuesto un modelo de sociedad donde las mujeres estén anuladas. Quien me atribuya tal cosa, se equivoca y me islamiza. Sólo planteo el único camino redentor e igualador para la mujer: someterse racionalmente. Es mi apología del matrimonio.
viernes, 29 de junio de 2007
Función del matrimonio
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