Se dijo:
Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos:
con dolor parirás los hijos.
Hacia tu marido irá tu apetencia,
y él te dominará.
Cuando en estricta justicia tuvo que haberse dicho:
Serás despedazada por las fieras
en una lenta agonía.
Tántalo no fue afortunado hasta ese extremo.
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