miércoles, 6 de junio de 2007

Infinitamente misericordioso


Se dijo:

Tantas haré tus fatigas cuantos sean tus embarazos:

con dolor parirás los hijos.

Hacia tu marido irá tu apetencia,

y él te dominará.


Cuando en estricta justicia tuvo que haberse dicho:

Serás despedazada por las fieras

en una lenta agonía.


Tántalo no fue afortunado hasta ese extremo.

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