sábado, 9 de junio de 2007

Olvidar la muerte


A menudo construimos nuestros parámetros morales desde una gramática que parte de lo sensual e, imperceptiblemente, se instala en lo subjetivo. En este sentido podría definirse lo asqueroso como todo lo que no me comería, huele intensamente y se pega. Por extensión metafórica, es asqueroso todo lo que no haría, posee una dimensión pública y me avergüenza. En fin, reduciendo al mínimo común denominador, no hay nadie que no vea su cadáver -y el de los otros en tanto que prefiguración del mismo- como algo digno del mayor de los ascos. Y esto es así porque tal implica una acción imposible que, cuando acontece, no puede ocultarse ni justificarse: la muerte.

Quien pretenda ignorar u olvidar que es mortal vivirá atentando contra el pudor. Incluso contra su propio pudor.

Pero quien lo sepa y recuerde no vivirá.

6 comentarios:

Joaquín dijo...

Ahora que está de permanente actualidad la "educación" de los niños, no he oído a nadie que defienda que los niños asistan a la agonía y muerte de sus mayores. Parece, cierto, que la muerte es una vergüenza que hay que ocultar a los pequeños, ¡vaya tontería!

Recuerdo que una gran película, "La fuerza del cariño" (1983), tiene una escena muy interesante en el hospital.

Saludos.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Cuando a un monje le preguntaron qué hacía falta para ser perfecto, se limitó a contestar: pensar en la muerte todos los días. Un consejo estupendo.

Buen hallazgo su blog. Lo enlazo.

Vanessa Soldevilla dijo...

Acabo de dejarlo en Razón Atea. Saludos señor de la ¿pipa? :). Vanessa

*****

IRICH,

Acabo de ver su comment. (Lamentablemente no estoy todo el día pegada a la red, tengo una agenda de trabajo diario bastante recargado durante estos meses).

Vale, sobre su pregunta. La distinción radica en la disposición PATOLÓGICA de las conductas sexuales del adulto pedófilo. La pedofilia es considerada un transtorno sexual cuando causa daño irreversible a otro (el niño(a)o menor) y termina deteriorando la vida del sujeto. Ya lo hemos visto en el video, no me parece que hubiera felicidad en el rostro de los hombres que denunciaban el hecho, ¿o si?. Fernando ya le señaló la lista de consecuencias del abuso y/o violación sexual a un menor, no voy a repetirsela, repásela por usted mismo más arriba.

Saludos.

sábado, junio 09, 2007 3:01:00 PM

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Muy bien, Vanessa. (Qué manía de mezclar temas).

Vanessa Soldevilla dijo...

De nada, es para enseñarle a no perder la mala costumbre ;)
Buen fin de semana

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Buen fin de semana, broncínea doncella.