Si algo es uno e idéntico a sí mismo y sale de su unidad e identidad, no sale hacia sí mismo, lo que carece de todo sentido, sino fuera de sí mismo (éxtasis). Luego, si todo cambio es un salir de sí mismo y un salir de lo uno, todo cambio es un cambio hacia la multiplicidad y, en estos términos, todo cambio es un aumento. Por esta razón, si en base al principio de identidad se concluye que nada puede aumentarse o disminuirse a sí mismo, y se concede a su vez que todo cambio es un aumento, es una conclusión necesaria el que nada puede cambiarse a sí mismo.
SEDACIÓN TERMINAL
Hace 6 horas
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