martes, 13 de noviembre de 2007

Intervencionismo teológico


Cuando dejéis de ver a Dios como el fontanero del mundo, en lugar de como su perfecto Creador, superaréis la superstición y superaréis el ateísmo.

2 comentarios:

Jesús P. Zamora Bonilla dijo...

Aun asumiendo que haya un creador del universo, ¿por qué tendría que ser "perfecto"?
Es más, no tenemos ni puta idea de lo que quiere decir "perfecto" al hablar de un ser como ése (podemos hablar de un soneto más o menos perfecto, de una tortilla de patatas más o menos perfecta, pero no está ni siquiera claro qué quiere decir una golondrina "más o menos perfecta"). En vez de decir que Dios es el perfecto creador del universo, digamos que es el "blablablá" creador del universo.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Perfecto, en su acepción filosófica estricta, es aquel que agota las posibilidades de un atributo. No existe un "rojo perfecto" porque la rojez es una cualidad modal, sujeta a la espacialidad y la temporalidad y, por tanto, a la imaginación. Pero sí es legítimo hablar de un Creador perfecto (el que crea de la mejor manera posible), así como de una inteligencia perfecta (la que conoce con la máxima claridad todo lo cognoscible) o de una bondad perfecta (la que desea, practica y posibilita todo lo deseable).